Rosa Estaràs Ferragut, nacida en Valldemossa en 1965, irrumpió en la vida política de Balears en abril de 1993 cuando Gabriel Cañellas la nombró consellera adjunta a la Presidencia en sustitución de Francesc Gilet. Hasta entonces había trabajado en la oficina de ayuda a la víctimas del delito, que dependía de ese departamento. Dos meses después, Cañellas la nombraba vicepresidenta en el marco de una gran remodelación en la que se incorporaron más 'jóvenes', como Jaume Matas, Tolo Reus o Catalina Cirer.
Licenciada en Derecho y concejala de su pueblo (Valldemossa), Estarás siempre estuvo muy unida a Gabriel Cañellas hasta el punto que lloró cuando José María Aznar forzó su dimisión mientras se fumaba un puro. Ella lo ha recordado muchas veces.
Tras la dimisión de Cañellas, continuó como 'dos' del Govern con Cristòfol Soler y Jaume Matas. En el año 2000, con el PP por primera vez en la oposición en el Parlament balear, dio el salto a la política estatal. Fue la cabeza de lista del PP a las elecciones generales de ese año. El PP obtuvo cinco escaños y el PSOE sólo dos.
Cuando Matas recuperó la presidencia del Govern en 2003, la nombró vicerpresidenta. Para entonces ya ocupaba también el 'numero dos' efectivo en el PP balear. En las autonómicas de 2007. encabezó la lista al Consell de Mallorca. Asumió provisionalmente la dirección del PP tras la marcha de Matas y luego fue elegida presidenta en el pasado congreso. Desde las elecciones europeas era diputada al Parlamento Europeo. Está casada y es madre de un niño.
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