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La subida de un punto (del 7 al 8%) del IVA reducido, y de dos puntos (del 16% al 18%) del IVA general que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero prevé aplicar desde el 1 de julio de 2010, ha sido calificado por diversos empresarios de Balears de «tremendo impacto negativo» para la industria de servicios de las Islas, es decir, para el sector del turismo.

 Según los expertos, «el principal riesgo de subir el IVA es que, al trasladarse al precio, puede crear tensiones inflacionistas». Y si a eso se añade la delicada actual coyuntura económica, las previsiones son «muy pesimistas», según declaró a este diario el presidente de AECA (Asociación Española de Compañías Aéreas), Felipe Navío. «Los efectos serán muy negativos para todas las expectativas de viaje de los ciudadanos. Cualquier encarecimiento de los precios tiene un impacto perjudicial para la industria turística, más aún, en plena crisis de la economía mundial», señaló.

 El tesorero de la patronal CAEB-Restauración, José Luis Sanchez-Cabezudo, dijo que éste «no es el momento adecuado para encarecer nuestras ventas con una subida de impuestos». En Balears hay censados unos 8.000 bares y restaurantes que anualmente facturan unos 4.000 millones de euros, según Sanchez-Cabezudo. «Si el IVA sube un punto, se traducirá en 40 millones de euros más, con lo cual, todo será mas caro para nuestros clientes. A pesar de lo difícil de la situación, desde la patronal no auguramos cierres masivos de comercios porque vivimos de esto y el objetivo es mantenernos como sea», señaló.

 El secretario de Política de Ocupación de CCOO, Rafael Borrás, declaró que el Gobierno «debe reconsiderar el aumento del 7 al 8% del IVA para el sector turístico», porque «puede afectar de manera muy negativo a nuestra principl industria». No obstante, apoyó la subida de la presión fiscal «aunque con correciones en el trámite parlamentario».

 La gran patronal CAEB presidida por Josep Oliver señala que «siempre nos hemos opuesto a la subida de impuestos y en esta ocasión lo hemos hecho con la Junta de Govern reunida, donde estaban representados prácticamente todos los sectores ya que perjudicará directamente a la cuenta de resultados y a la actividad de toda la economía». Y añade: «Estamos especialmente preocupados porque en la actuales circunstancias, para muchas empresas ésta es una cuestión de competitividad».