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Tres semanas después de la inauguración del carril bici de Avenidas creado por Aina Calvo, el proyecto estrella del actual equipo de Cort no termina de levantar el vuelo.

Los ciclistas utilizan el carril bici, pero lo que no está consiguiendo el Ajuntament de Palma es lo más difícil, cambiar el «estilo de vida» de los palmesanos. Los párkings siguen llenos y aparcar en zona azul, especialmente en la zona centro, sigue siendo una «misión imposible».

Las tiendas de bicicletas que, a priori, deberían «aprovecharse» de esta «fiebre» de carriles bici que vive Ciutat, por el momento, no lo están notando. Como todo negocio en tiempo de crisis, sobreviven como pueden pero ya aseguran que los nuevos carriles bici no serán la «panacea» para seguir adelante.

Este año, las tiendas de bicicletas han visto cómo su ventas bajaban ligeramente. El talismán para seguir adelante: la moda de regalar bicis plegables, las ventas de complementos como cascos o maiots; pero, sobre todo, de sus talleres. Arreglar bicis se ha convertido en una fuente de ingresos para este tipo de tiendas como no ocurría antes.

Ventas estancadas
Vicente Carbonell, propietario de Ciclos Bimont, asegura que, por el momento, no han notado un aumento de las ventas este último mes, aunque sí de las consultas. «Vamos tirando, empezamos el año un poco flojos pero el verano ha hecho que nos mantengamos estables», asegura. Eso sí, señala que la gente que viene a por una bici pide financiarla, «incluso a nueve meses, algo que antes no ocurría».

Por su parte, Juan Gomila, socio de Ciclos Gomila, señala que la estabilidad es la mejor noticia con la que pueden terminar el año.
Pedro Quintana, propietario Ciclos Quintana, señala que las ventas han aumentado en verano, inclinando la balanza de los malos meses de invierno; pero la gente «tiende a buscar las bicis más baratas».