Dirigentes del Bloc per Mallorca expresaron ayer su inquietud por lo que calificaron de «extraño» papel del diputado Bartomeu Vicens en esta crisis política que, aparentemente, puso fin el acuerdo alcanzado en el Consolat de Mar en la madrugada del miércoles pero que ha dejado varios frentes abiertos.
Uno de ellos es que Vicens (formalmente en el Grupo Mixto) quiere reservarse hasta el último momento el voto final que dará a una enmienda que presentó el PP para enmendar el llamado 'decreto Nadal' para permitir el campo de golf de Son Baco.
Era el detonante
Esta enmienda tenía que haberse visto ayer en comisión pero la reunión se aplazó una semana. Formalmente para que socialistas y 'populares' llegaran a acuerdos sobre otras enmiendas que no afectan a Campos. Si Vicens votara con el PP, la enmienda se incorporaría al proyecto de ley que tiene que debatir el pleno. La enmienda (si no se rechaza) se mantendrá 'viva' para el debate del pleno. Es la opción que podría haber elegido Vicens, que ha decidido hablar con «gente de Campos» antes de tomar una decisión, tal como adelantaba ayer Ultima Hora.
Pero hay más motivos para la inquietud: que Vicens mantiene enmiendas a la Ley del Comercio, en sintonía con el programa de UM.
La inquietud del Bloc también viene de otro asunto: que de no haberse solventado la crisis el miércoles, UM hubiera aprovechado una enmienda de Vicens para ampliar las plazas del balneario de Campos para escenificar la ruptura.
«Son muchas casualidades», dijo ayer un alto cargo del Bloc. Este diario constató ayer que esta misma información (que la enmienda de Vicens hubiera sido el detonante de UM para escenificar la ruptura) en fuentes del PSOE de Mallorca, cuya Ejecutiva se reunió ayer para dar apoyo a Francina Armengol y a felicitarse por el acuerdo alcanzado en el Consell.
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