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El futuro recinto ferial de Palma será uno de los más pequeños de España. En concreto, el Govern prevé que tenga unos 8.000 metros cuadrados, unas dimensiones inferiores a las de otros ciudades equiparables a la capital balear. Para encontrar recintos feriales de características similares hay que ir a municipios que no son capitales de provincia, como es el caso de Armilla (Granada), cuya feria de muestras tiene 8.500 metros cuadrados cubiertos. Le sigue el recinto ferial de Badajoz con 10.000 metros cuadrados y la feria de Valladolid con 12.000 metros cuadrados. Por citar un ejemplo más representativo Ferias y Congresos de Tenerife tiene una superficie de 12.000 metros cuadrados, 4.000 más que el futuro recinto ferial de Palma.

Sin embargo, la consellera de Comerç, Xisca Vives, y el director general de Comerç, Pere Trias, aseguran que 8.000 metros cuadrados son suficientes. «Es lo que necesitamos, porque la feria náutica, que es la más grande que organizamos, la hacemos fuera», explica Trias. Además, argumenta que las ferias cada vez están más especializadas y requieren espacios más pequeños; así la mayoría de las que se realizan en Palma tienen dimensiones que oscilan entre los 5.000 y 7.000 metros cuadrados. Además, añade que el factor económico también ha influido a la hora de establecer las dimensiones del recinto ferial. En este sentido, la Conselleria de Comerç pretende pagar el recinto ferial con el ahorro que supondrá dejar de abonar el alquiler de la Conselleria y del aeropuerto, donde actualmente se realizan las ferias. En total, asciende a un millón de euros anual. Trias asegura que el recinto ferial que pretendía hacer el Ejecutivo de Jaume Matas, de 35.000 metros cuadrados y con un coste de 120 millones de euros, es inviable.

Sin embargo, el presidente de la Agrupación de Cadenas Hoteleras, Aurelio Vázquez, pone de manifiesto la necesidad de que Ciutat cuente con un recinto ferial «de primer nivel». En su opinión, en el Lluís Sitjar hay espacio para hacerlo, pero advierte que «si empezamos a meter equipamientos, ya estamos hablando de otra cosa». En este sentido, cabe recordar que la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, ha explicado que únicamente el 45 por ciento del Lluís Sitjar se destinará al recinto ferial y a las instalaciones de la Conselleria de Comerç, ya que el 55 por ciento restante será de uso deportivo para que no haya que modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Palma. El Govern pretende repartir los 14.000 metros cuadrados en 8.000 para el recinto ferial y 4.000 para la Conselleria. Vázquez sostiene que si es necesario modificar la normativa que se haga, pero «se tiene que priorizar el recinto ferial, porque Palma lo necesita».

En términos similares se expresa el presidente de Afedeco, Bartolomé Servera, «si hacemos un recinto ferial, que éste pueda competir en todo el mundo».

Por su parte, el presidente de PIMEM, Juan Cabrera, es más partidario de adaptar el Palma Arena para que pueda ser el recinto ferial de la capital balear.