José María Rodríguez compareció ayer eufórico en la sede del PP tras su victoria en las elecciones de la junta de Palma, consciente de que su cotización a nivel interno ha subido como la espuma. Rodríguez sabe perfectamente que el futuro de José Ramón Bauzá dependerá en gran medida de la postura que adopte la junta del PP Palma en el próximo congreso. «Bauzá es amigo mío, pero no le daré un cheque en blanco», admitió Rodríguez en una rueda de prensa que contó con el propio presidente del PP balear y de Francesc Fiol, el perdedor en las elecciones internas.
La presencia de Delgado y Onieva en la fiesta de Rodríguez puede interpretarse como un apoyo del nuevo presidente del PP de Palma a los dos dirigentes del Calvià. Sin embargo, el propio Rodríguez restó importancia a este hecho. «Delgado estuvo en la fiesta, al igual que otros alcaldes del PP. Bauzá estaba invitado, pero no pudo estar. Yo hablo con todo el mundo», dijo Rodríguez, quien recalcó que a partir de ahora «los militantes marcarán la agenda en la junta territorial de Palma».
El portavoz de Cort
Rodríguez, al igual que Fiol, descartó que las elecciones internas en Palma puedan producir cicatrices de cara al futuro. «Si las hay serán pequeñas y fáciles de curar», precisó Fiol. Rodríguez no quiso hablar del futuro de Julio Rodríguez como portavoz del grupo municipal en Cort, pero aseguró que «puede sentirse más contento» tras las elecciones internas de Palma. El martes se reunirán Rodríguez y Martínez, quien no ha ocultado sus preferencias por Fiol.
«Hay mucha gente que no entiende lo que es la renovación, que es cambiar el concepto del partido para que sea manejado por los militantes, de forma que sólo apoyaré la candidatura que haga esto», advirtió Rodríguez, quien descartó una moción de censura en Cort porque «es el PP el que debería gobernar en minoría porque es el partido más votado».
El gran interrogante es saber si el próximo objetivo de Rodríguez será encabezar la lista del PP en las próximas municipales. Rodríguez no quiso hablar del asunto. Dijo que en abril o mayo se elegirá al mejor candidato posible. Sin embargo, la cúpula del PP balear no oculta su preocupación de que Rodríguez decida liderar la lista municipal de Palma en 2011. A nivel interno, Rodríguez no oculta que quiere trabajar para él mismo, es decir, que podría ser el candidato. Bauzá sabe que si eso ocurriera sería otro problema para el PP balear, aunque el candidato de Palma lo ratifica la dirección nacional.
Bauzá no paró de felicitar a Rodríguez, al principio y al final de la rueda de prensa, y aseguró que el nuevo presidente del PP de Palma no le «incomoda lo más mínimo». «Rodríguez me ha ayudado mucho en mi etapa de alcalde de Marratxí», desveló Bauzá, quien dijo sentir un profundo afecto por el nuevo presidente de Palma. «Todos vamos juntos en la misma senda», explicó Bauzá. Para el presidente del PP balear la formación política ha dado una «lección de democracia interna». «Se ha vuelto a demostrar la capacidad de movilización del PP», advirtió.
Rodríguez puede ser muchas cosas, pero no tonto e inconsciente. Y sería una tontería o/y una inconsciencia que fuera el candidato del PP a la alcaldía de Palma. Primero porque sabe que su presencia provoca rechazo en parte del electorado popular y segundo, pero no menos importante, porque lo que de verdad le gusta y le ha mantenido tantos años en política es estar en un primerísimo segundo plano, moviendo sus piezas desde la sombra pero sin «mancharse» más de lo imprescindible.
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