Vicens, condenado por malversación y prevaricación.

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Pleno para el diputado Bartomeu Vicens. La Sala de lo Civil y lo Penal de TSJB ha condenado a cuatro años y medio de prisión al parlamentario autonómico, lo que supone toda la pena solicitada por la Fiscalía Anticorrupción. Junto a él, el Tribunal también considera responsable de malversación y prevaricación al ex secretario general de UM, Damià Nicolau, al que impone una pena de dos años y tres meses de cárcel y cuatro de inhabilitación absoluta como cómplice. Vicens tampoco podrá desdempeñar ningún tipo de cargo público durante ocho años. Mucho mejor parado sale Tomás Martín, contable de la empresa Metalumba que fue quien recibió 12.000 euros por parte del Consell. Gracias a la devolución del dinero y a su confesión sale del caso con una multa de 4.300 euros.

Fondos públicos

La sentencia concluye: «El señor Vicens encargó al señor Martín (su contable) un trabajo ficticio con propósito deliberado de gratificarle con fondos públicos su intervención en las actividades particulares de ambos y el señor Nicolau se avino de manera consciente a contribuir al buen éxito de la artimaña». El contable realizó un estudio de 17 páginas plagiado de tres webs y que no hacía ninguna mención al precio del suelo en Mallorca, sino que aportaba datos genéricos. Según el TSJB en el documento no se aportaba ningún dato «que una persona de mediana curiosidad no supiera ya gracias a los medios de comunicación».

La condena descansa sobre la confesión del contable, aunque el ponente de la misma, Francisco Javier Muñoz, indica que no es la única prueba y que por sí misma no hubiera sido suficiente para considerar culpables a Vicens y Nicolau. Entre las otras pruebas, la Sala cita las facturas falsas que el contable admitió haber preparado y cuya existencia ratificó el propio diputado.

Para el Tribunal, éstas son el «móvil». También se destaca en el fallo judicial la «inacción» de los dos principales condenados. El hecho de que el estudio quedara guardado en un cajón, que ni siquiera fuera visto por ningún técnico del Consell y que no sirviera para nada lleva a los magistrados a concluir que cuando lo encargaron, Vicens y Nicolau sólo tenían como objetivo que el contable ganara 12.000 euros. Esta conclusión se refuerza para la Sala en que el entonces conseller insular sabía que su contable carecía de formación para realizar un informe de ese tipo.

Condena reducida para Tomás Martín

En lo que toca a Damià Nicolau, la sentencia afirma que sabía que el trabajo no servía para nada y que, al firmar un informe de necesidad cometió «un acto positivo y eficiente de ayuda al objetivo que perseguía su superior». El Tribunal considera que la participación del ex secretario general de UM no fue necesaria para que se aprobara el estudio, como afirmaba la Fiscalía, sino que su papel fue el de cómplice: «No era una ayuda imprescindible, (…) dicho informe facilitó el curso del expediente y sirvió para disimilar la turbia naturaleza de la maniobra».

El contable Tomás Martín sí que recibe una condena como cooperador necesario. Sin embargo, su condena queda muy reducida ya que se le aplican los atenuantes de confesión y reparación del daño. Su abogado defensor, Gaspar Oliver, había concordado la pena con la que solicitaba el fiscal y finalente recibe una condena de nueve meses de cárcel que se sustituyen por una multa.