Maite Areal, esposa del ex presidente del Govern Jaume Matas, encontró en Martorell Asesores Tributarios el empleo de su vida, según se desprende de las declaraciones realizadas en calidad de testigos ante el juez del 'caso Palma Arena' de los administradores solidarios de esa empresa, Miguel Martorell y Miguel Amengual.
Areal cobró 26.000 euros en 13 meses y sólo acudió en seis ocasiones a trabajar en su condición de empleada del departamento de marketing de Martorell Asesores, según explicó Miguel Martorell. La tarea que tenía asignada cuando fue contratada, en noviembre de 2005, es decir cuando su marido presidía el Ejecutivo balear, era la de captación de clientes. Tras catorce meses -la relación laboral finalizó en diciembre de 2006- Maite Areal no aportó ningún contrato a la empresa. «Prácticamente, ella siempre estuvo de vacaciones», resumió Martorell.
Negativa
«Era la esposa del presidente y no me atrevía a decirle que no», explicó al juez José Castro, al fiscal Pedro Horrach y a los abogados Gabriel Garcías, Lorenzo Salvá, Gregorio San Jose, y José María Alonso.
Dijo que conocía a la esposa de Matas porque sus hijos y los del ex presidente se había criado juntos en el mismo colegio. Coincidió con ella de forma casual, explicó, en noviembre de 2005 y le preguntó: «Miguel, ¿tienes algún trabajo para mí?». Añadió que no se sorprendió por esa petición, aunque admitió que «no todos los días la mujer de un presidente pide trabajo». También, señaló que aceptó su petición porque a él le interesaba captar nuevos clientes en materia laboral y fiscal. A la pregunta de si en realidad su objetivo de tener en nómina a la esposa del presidente era el de captar contratos con empresas públicas, Martorell lo negó de forma rotunda: «Nunca me ha interesado porque pagan tarde, mal y llevan mucho follón de papeles».
La primera vez que Maite Areal apareció por la empresa fue en febrero o marzo de 2006. Según sus jefes «tenía libertad absoluta», aunque empezaron a preocuparse cuando ella acudió por segunda vez, en junio de 2006, para decirles que no podía aportar nuevos clientes porque el asunto «estaba difícil».
La tercera aparición de la esposa del presidente en las oficinas fue en la segunda quincena de 2006, para reiterarle que no avanzaba en la captación de clientes. Martorell dijo al juez que en ese momento «empezó a mosquearse» y le dijo que le había defraudado. «Ella admitió su incompetencia y me anunció que se marchaba», explicó.
Finiquito
Maite Areal firmó el finiquito en marzo de 2007 y devolvió tres mensualidades que le habían pagado de manera equivocada. Miguel Amengual, por su parte, declaró que «no entendía» por qué se estaban pagando 2.000 euros mensuales, más la Seguridad Social, «por un rendimiento que no veía», dijo. Por esa razón, subrayó que mantenía frecuentes discusiones con Miguel Martorell, y que esa cuestión propició, más tarde, el cese de la relación laboral.
Ayer, asimismo, tenía que declarar el hotelero Miquel Ramis, quien también empleó a Maite Areal, pero no lo hizo por enfermedad. También declararon dos empleadas de Martorell Asesores, Antonia Miralles y María Magdalena Cañellas.
Maite Areal cobró 26.000 euros y no consiguió ni un cliente en 13 meses
También en Noticias
- Jaque a la okupación de viviendas: los desahucios pasarán de ejecutarse en años a semanas
- La nueva (y molesta) moda que se extiende por Mallorca
- El profesor condenado por acoso se reincorpora y los padres de los alumnos estallan: «Pone en riesgo a nuestros hijos»
- Empleo fijo, casa gratis y buen sueldo: la increíble oferta para trabajar en un pueblo de Segovia
- Pau Rigo, inocente
3 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
es que aun no han detenido al padrino , seguro que no le hacen devolver ni un centimo de lo que se llevo ,asi va españa entre unos y otros se van tapando vendiendo y comprando-
En una sola palabra: PE-NO-SO!!! Es la historia más increible que recuerdo. Todo parece mentira, pero seguro que es verdad!!! Pero que es esto??? A la mierda, caciques, déspotas, ladrones... QUE VERGÚENZA, POR DIOS!!! KE ASKO!!!
«Era la esposa del presidente y no me atrevía a decirle que no». Pero qué vergüenza, esa frase dice mucho del tipo de sociedad caciquil en la que vivimos.