Las plantas 2ª y 4ª del hospital materno de Son Dureta muestran ahora un aspecto más alegre y divertido. | Jaume Morey

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Las plantas dos y cuatro del hospital materno infantil de Son Dureta han cambiado, sobre todo si uno contempla sus paredes. Han pasado del blanco completo al decorado de acuerdo a la mentalidad de quienes las ocupan: los niños. En la segunda, la de Oncología, el tema es el mar: peces, delfines, barcos, etc. Todo en colores suaves, relajantes, ya que la permanencia en ellos por parte de los pacientes suele ser más duradera. En la cuarta, en cambio, predominan colores más vivos, árboles, plantas, paisajes. Del lugar, puede que la decoración de la duchas esté entre las más originales.
Según nos explicaba el doctor Figueroa, jefe de Pediatría, y María Jesús Erroz, subdirectora de enfermería de centro, se ha decorado así «porque el entorno es amable, y los de estas dos plantas lo son, contribuyen a que los pacientes se recuperen antes».
La idea fue de la ONG Mamalena, que contó con la colaboración de la pintora Tatiana Sarasa, «y también con un grupo de voluntarios -señaló la representante de aquella, Elena Mezquida-. La planta cuatro la terminamos en tres fines de semana. Trabajamos sin cesar de viernes por la tarde a domingo por la tarde; la segunda nos llevó más tiempo».
Hay que reconocer que la pionera en esto de decorar las plantas de Pediatría del Hospital fue la doctora Román, que utilizó las cenefas. Y que decoraciones como éstas podrán verse en el futuro en el de Son Espases.