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El ex president del Govern Jaume Matas ha negado ante el juez instructor del 'caso Palma Arena' todos los indicios que supuestamente le incriminan en la causa, recopilados por los investigadores desde hace 18 meses y que apuntan a un sobrecoste desmesurado del velódromo, a su patrimonio, el piso de Madrid, la financiación irregular del PP y al gasto millonario que realizó en su 'palacete'. «Sólo asumo las decisiones políticas que adopté, no otras», afirmó. Entre ellas señala que él solo autorizó un segundo presupuesto, no que el coste de la instalación pasara de 50 a 110 millones de euros.
Matas, al que el juez, a instancias de los fiscales anticorrupción Juan Carrau y Pedro Horrach, imputa nueve delitos, empezó a declarar ayer al mediodía. El piso del exclusivo barrio madrileño de Salamanca, fue la primera cuestión sobre la que fue interrogado. El ex presidente del Govern insistió en que ese inmueble es propiedad de Reus, aunque hubiese sido su cuñado Fernando Areal el que pagara 100.000 euros en concepto de entrada y ahora esté ocupado por sus hijos. Después, Reus devolvió ese dinero y pasó a ser el propietario. No obstante, la Guardia Civil señala en un informe que «esa operativa podría estar enmarcada en ocultar la propiedad real de dicho inmueble por parte de Jaume Matas».
Vivienda
El juez también inquirió a Matas acerca de otra vivienda en la Colònia de Sant Jordi adquirida por su madre por unos 200.000 euros, pese a que está jubilada y carece de ingresos. El ex presidente explicó que su madre paga la hipoteca para dejarles ese inmueble de herencia a él y a su hermana.
Matas, que se negó a responder a las preguntas relacionadas con los 'pinchazos' aportados a la causa por el juez el pasado martes, también fue interrogado por el Palma Arena, y dijo que el ex director general de Deportes, José Luis 'Pepote' Ballester, fue el responsable de las decisiones que se adoptaron en el marco de las reuniones de la Fundació Illesport, a través de la cual el Govern participaba económicamente en el consorcio creado para la construcción del velódromo. «Actuaba como un ministro de Deportes, con plena autonomía», explicó Matas al juez. También dijo que fue 'Pepote' el que contrató al arquitecto alemán Ralf Schürmann y aseguró que al ex gerente del Palma Arena, Jorge Moisés, «no lo conocía» y que la decisión de contratarlo también fue de 'Pepote' Ballester. Cuando el juez le enseñó las actas de las reuniones celebradas por la Fundació Illesport, el ex presidente no reconoció varias de las firmas que aparecen en los documentos. Sobre una posible falsificacación dijo al juez: «Soy el primer interesado en que se conozca la verdad y le invito a que investigue». Además insistió en que sólo había asistido a la primera reunión de la Fundació.
Con respecto a las decisiones adoptadas en el seno de la Fundació Illesport, investigadas por el juez y los fiscales ante la posibilidad de que allí se fraguaran las irregularidades que más tarde desembocaron en el sobrecoste del Palma Arena (pasó de los 48 millones de euros iniciales a 110), han sido interrogados varios imputados.
Decisiones
El pasado 16 de marzo, por ejemplo, Dulce Linares, jefa de Gabinete del ex presidente durante la pasada legislatura, afirmó ante el juez que las decisiones «más importantes» adoptadas en torno a la construcción del Palma Arena «venían avaladas» por el ex jefe del Ejecutivo, mientras que 'Pepote' Ballester hacía las propuestas, «pero ya las tenía consultadas con el presidente».
Asimismo, sobre este extremo también fue interrogada un mes antes la ex vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs, quien como testigo también se refirió a la decisión de encargar la gestión de la construcción a la Fundació, cuyo presidente era Matas y ella era la vicepresidenta. Tal y como especificó, esta decisión fue encargada concretamente al entonces director general de Deportes -imputado en el caso-, quien «despachaba directamente con Matas», según Estaràs.