Con ocasión del XII congreso que celebra UM este sábado, Melià ha manifestado en una entrevista a la agencia Efe que con este cónclave UM comienza una «nueva etapa» en la que podría alcanzar acuerdos parlamentarios con el PSIB y el Bloc, o incluso volver a formar parte del ejecutivo autonómico.
«Es absurdo decir que la actual situación no puede cambiar», ha dicho Melià, quien ha añadido que un acercamiento al gobierno balear depende también del «planteamiento» de los socialistas.
Los casos de corrupción que motivaron la expulsión de UM del Govern el pasado mes de febrero no han supuesto, en opinión de Melià, una «grave crisis» en su partido, aunque sí ha «erosionado» su imagen. De hecho, esta formación no ha sufrido bajas y mantiene sus 3.500 militantes, ha precisado.
El sábado, el partido de «centro, nacionalista, liberal y mallorquinista» reelegirá a Melià como presidente en una reunión política que supondrá la «refundación» de UM.
Imputados
En los nuevos estatutos desaparece como «presidenta de honor» la que ha sido durante 25 años su líder indiscutible, María Antonia Munar, imputada en varias causas judiciales.
La «nueva UM», ha destacado Melià, no tendrá «ni en primera ni en segunda línea a ningún imputado, ni a nadie que esté bajo sospecha, algo que no pueden decir ni el PP ni el PSIB-PSOE».
Este político, de 38 años y abogado de profesión, «no pone la mano por nada ni por nadie», al tiempo que asegura que existe un «gran desconocimiento» de UM a nivel estatal, formación a la que «se le ha criminalizado en masa», a pesar de que tanto populares como socialistas lideran el número de casos de corrupción en España, lo que es un «agravio».
Tras la imputación judicial de los tres últimos presidentes de UM en esta legislatura, Melià ha señalado que «espera y desea» no verse involucrado en un futuro en una situación así.
Al nuevo presidente no le «obsesiona» que su partido sea «determinante» tras las elecciones autonómicas, que según él «podría perfectamente» contar con dos, tres o cuatro diputados en el Parlament.
Preguntado por los posibles pactos postelectorales en 2011, Melià ha dicho que UM no tiene «cerrada ninguna puerta» y que, en todo caso, cualquier decisión la fundamentará en su ideario político y no en función de «venganzas, ni simpatías o antipatías» con el resto de formaciones.
Sí ha subrayado que la expulsión de UM del ejecutivo por parte del presidente balear, Francesc Antich, fue «injusta». «Se nos ha aplicado una doctrina que ni cumple el PSOE ni el PP en Baleares, que tienen cargos públicos imputados que continúan al frente de las instituciones».
Como ejemplo, se ha referido a la imputación del diputado autonómico socialista y presidente del Consell de Ibiza, Xicu Tarrés, que su partido volverá a presentar a la reelección. Otros casos, ha repasado, son los que afectan a la portavoz del Govern, Joana Barceló, y al diputado y presidente del Consell de Menorca, Marc Pons.
Sobre el proceso de renovación que vive el PP, Melià ha dicho que lo respeta, aunque él se siente más identificado con el partido de la «Part Forana» que presidió Gabriel Cañellas a la formación «de José Ramón Bauzá y Carlos Delgado», que se aproxima más al «rápido proceso inmigratorio» vivido en Baleares en los últimos años.
Aunque Cañellas no era un «gran defensor» del catalán, «tampoco lo atacaba, ni a la lengua ni a la cultura mallorquina», le ha echado en cara el líder de UM al presidente popular.
Respecto de si la presidencia de UM debe ser temporal, Melià ha considerado que «en general» no es partidario porque se puede «perder» la experiencia de políticos «muy válidos», caso del ex presidente de CiU durante 23 años Jordi Pujol. Eso sí, un político «tiene que saber cuándo marcharse y dejar la primera línea», ha añadido.
2 comentarios
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¡¡¡ SIN MANOS !!!
Nada UM: lavada de cara y otra vez dispuestos a arrimaros al sol que mas calienta... No teneis vergüenza ¡¡¡