Así, los cambios introducidos en el Decreto Nadal, aprobado inicialmente por el Govern el 31 de enero de 2009, permitirán ampliar y simplificar los trámites para la regularización de las plazas turísticas y dar prioridad absoluta a la industria turística frente a la residencial.
Asimismo, potenciará las reformas integrales, incluidas las estructurales, para lo cual se ampliará la reconversión a demoliciones y reconstrucciones parciales o totales a todos los edificios destinados a la explotación de alojamientos turísticos. Además, se facilitará que los edificios inadecuados opten a reformarse y se adecuen.
De este modo, los empresarios deberán aportar un plan de responsabilidad social que plasme su compromiso por la calidad y por el entorno, mientras que aquellos que opten por la demolición de sus establecimientos deberán cumplir unos parámetros de calidad que tendrán todos los edificios reformados.
Con la reforma integral, los propietarios o titulares de los establecimientos estarán obligados a abonar al ayuntamiento el 5 por ciento del valor del presupuesto de ejecución material de la parte que excede el planeamiento vigente, que se destinará obligatoriamente a la mejora de las zonas turísticas y del entorno.
Mediante esta Ley, el Govern también se compromete a agilizar al máximo la resolución de licencias, de manera que pasados los dos meses desde la fecha de la solicitud de autorización se considerará otorgada la licencia si no ha habido respuesta por parte de la administración.
Los objetivos del Ejecutivo balear con la aprobación de esta Ley son «incentivar la inversión de los empresarios en la mejora de los establecimientos hoteleros para ganar en competitividad, ofrecer un mejor servicio, alargar la temporada, así como para potenciar la ocupación en las islas».
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