A pesar de lo acostumbrados que están Michael Douglas y su mujer Catherine Zeta Jones a que les hagan fotografías, ayer no tenían ganas de posar, como la otra noche, y al ver a los fotógrafos dieron media vuelta y se bajaron en sa Font Figuera. | Julián Aguirre
El matrimonio Douglas, Michael y Catherine, salieron ayer a última hora de la tarde de la finca s'Estaca para embarcarse en la pequeña lancha semirrígida que tiene el actor en el puerto de Valldemossa. Desde hace prácticamente una semana, Michael Douglas y su esposa Catherine Zeta-Jones se encuentran de vacaciones en Mallorca con sus hijos. Bueno, los hijos pequeños, pues como se ha publicado, el hijo mayor de l'amo Miquel, Cameron, otro asiduo del verano mallorquín, está en prisión. El caso es que son muy pocas las salidas del matrimonio de la finca en lo que llevan de estancia. Buscan la tranquilidad y la encuentran en la antigua possesió del Arxiduc. A diferencia de la otra noche, cuando Michael y Catherine llegaron tras ver a unos amigos en un gran yate al pequeño puerto de Valldemossa a bordo del Tornado, como se llama la hinchable, en esta ocasión, como decimos, el matrimonio no puso los pies sobre la tierra al darse cuenta que les esperaban unos fotógrafos de prensa. Ayer, los Douglas iban acompañados de otro matrimonio y un niño, con los cuales presumiblemente minutos antes se dieron un chapuzón cerca de sa Foradada. Este año ha sido, para los Douglas, un año de contraste, pues mientras Catherine recogía el premio, como mejor actriz en un musical «A Little Night Music» y era nombrada Comandante del Imperio Británico por la reina Isabel II, Michael estrenaba «Más allá de la Duda» y «Wall Street 2: el dinero nunca duerme», poco después Dianda Douglas demandaba al actor y productor, pidiendo más dinero.
1 comentario
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Si el Arxiduc levantara la cabeza y viera todo este despilfarro en donde fue su casa, y que se desvivia en que no se cortara una rama de cualquier arbol, encontrarse con esta gente que lo unico que ha hecho es que ya no nos acerquemos al lugar más paradisiaco de la isla con tal de no ver a alguien que no sabe exactamente lo que es mantener la paz de un sitio donde todavia se respiraba paz por todos sus poros.