El secretario general de la Función Pública de CCOO, Baltasar Piñeiro, ha explicado que la protesta se debe a que el sindicato considera «antidemocrático» que el Ayuntamiento haya expedientado y sancionado al responsable de CCOO en la EMT porque «según la empresa le habían nombrado servicios mínimos para la huelga del día 8, pero el comité de empresa no tiene conocimiento de que sea así».
«El hecho grave es que se nombren servicios mínimos al responsable de un sindicato convocante», ha detallado Piñeiro en declaraciones a EFE. «No se le puede coartar el derecho constitucional a la huelga a uno de los convocantes», ha añadido sobre la jornada de paro de comienzos de julio.
El responsable sindical ha calificado «de extrema gravedad» que además se le haya abierto un expediente al trabajador por no acudir a los servicios mínimos. «Es lo más antidemocrático que he visto realizar en cualquier empresa», ha afirmado Piñeiro.
Piñeiro ha anunciado que habrá más movilizaciones en solicitud de una retirada del expediente sancionador.
Una delegación de CCOO ha protestado también por estos hechos al comienzo del pleno del Ayuntamiento que se celebra esta mañana, con el eslogan «no a la persecución sindical de la EMT, por el derecho a la huelga, no a las represalias».
El pleno municipal ha empezado con otras protestas como el de una veintena de vecinos del barrio de Santa Catalina que se han quejado al comienzo de la sesión plenaria por el proyecto de construir un «eje cívico» en la calle Fábrica, que han calificado de «eje lúdico» que solo beneficia a los bares y restaurantes de la zona.
Han criticado que el proyecto «se haya aprobado por decreto, sin posibilidad de respuesta vecinal». Los vecinos han mostrado carteles con los mensajes «queremos descansar», «ciudadanos pisoteados», «con ruido no se puede vivir», «fuera el ruido de madrugada» o «Santa Catalina barrio tradicional».
Al comienzo del pleno, varios representantes de la asociación Animanaturalis han desplegado también una pancarta pidiendo que el Ayuntamiento de Palma impida los espectáculos circenses con animales en la ciudad.
Un grupo de Maulets se han manifestado también, reclamando que Palma sea una «ciudad antitaurina», reclamación que reivindican desde hace cuatro años.
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