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Las entidades que respaldan el «botellón» presentarán este mediodía un escrito en el Ayuntamiento de Palma en contra del anteproyecto de ordenanza que consideran que «no responde a los intereses generales de la ciudadanía, sino a los empresarios de bares y discotecas que sólo persiguen su beneficio».

El colectivo, formado por el sindicato CGT, Maulets, Revolta Global-Esquerra Anticapitalista RG-EA, Espai Anticapitalista, Partido Comunista de los Pueblos de España PCPE y el Colectivo de Jóvenes Comunistas CJC, también presentará el escrito al conjunto de Asociaciones de Vecinos de Palma y a los diferentes partidos con representación en el Ayuntamiento.

La agrupación rechaza la propuesta del anteproyecto de ordenanza reguladora de la actuación municipal por el fomento del civismo y la convivencia ciudadana, que fue aprobada por unanimidad en el pleno municipal y que prohíbe las concentraciones en la vía pública que alteren la convivencia ciudadana.

Según la agrupación, esta medida supone la prohibición del «botellón» y «no responde a los intereses de la ciudadanía», no resuelve los problemas de los vecinos del Paseo Marítimo ni trata los problemas de fondo que genera esta práctica, como la falta de alternativas de ocio para los jóvenes.

El colectivo reclama que el consistorio palmesano acote una zona del Paseo Marítimo para practicar el «botellón» e instalen baños y contenedores, en lugar de prohibirlo.

Reclamación

El colectivo reclama al Ayuntamiento de Palma que retire el proyecto de ordenanza, entre otras cosas, «por su carácter discriminatorio», ya que el consistorio podrá crear «zonas de especial protección», donde se haya practicado «botellón» y se haya producido una «muy grave perturbación» de la convivencia ciudadana, como zonas protegidas.

También pide que los representantes del Ayuntamiento se reúnan con vecinos y comerciantes del Paseo Marítimo, así como con entidades juveniles con el objetivo de «consensuar medidas para paliar las molestias» que pueda producir el «botellón».

Las organizaciones que rechazan el proyecto reclaman que se abran todos los «casales» de jóvenes y las bibliotecas en horas que suelen estar cerradas; que se destine una partida presupuestaria a la organización de alternativas al «botellón"; y que se organice una campaña de concienciación entre los jóvenes para concienciarlos sobre distintos aspectos relacionados con esta práctica.