Más de 200 personas se han concentrado frente al Consolat de Mar para pedir a Antich que "recapacite". | Pere Bota

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Unas 250 personas, según la Policía Nacional, se han concentrado frente al Consolat de Mar en el marco de un acto convocado por la plataforma de vecinos y comerciantes de la Playa de Palma para mostrar su rechazo al derrumbe y expropiación de 250 viviendas y un centenar de locales comerciales, contemplada en el Plan Director para la reconversión de esta zona turística.

Durante la protesta los afectados han exhibido numerosas pancartas que rezaban 'No al plan Nájera', 'Antich, no nos discrimines, todos somos iguales', 'Somos miles de afectados', 'Consenso con los ciudadanos' y 'Sí rehabilitación, no expropiación', y han lanzado cánticos y gritos al son de «Antich, escucha, el pueblo está en lucha» y «Basta ya, especulación».

En este contexto, el vicepresidente de la plataforma ha aseverado que en el marco de este proyecto, «primero debería haberse realizado una mejor política turística para después haber llevado a cabo el esponjamiento, y no al revés como se ha hecho». «Confiamos en que el Govern recapacite y sea sensato, ya que nuestra prioridad es la rehabilitación de la zona y no la expropiación de viviendas y comercios», ha espetado.

En esta misma línea, ha lamentado la «discriminación» que sufren las distintas zonas de la Playa de Palma, con un «trato distinto» cada una, ya que «se protege a según qué comercios mientras que otros se ven más afectados».

Durante el acto se ha leído asimismo un manifiesto con el que los afectados han apelado a la necesidad de que los pequeños comercios de la Playa de Palma «continúen generando riqueza», y han expresado que pese a que respetan el interés general, «también la propiedad privada». «Queremos que haya más seguridad y limpieza, respeto al medio ambiente y hoteles con mejores instalaciones, pero no a costa de quienes allí viven y trabajan», han añadido.

Se da la circunstancia de que la protesta se ha llevado a cabo después de que una representación de esta entidad se reuniese este lunes con el presidente del Govern, Francesc Antich, y la consellera de Turismo y Trabajo, Joana Barceló, pese a no conseguir que el Ejecutivo garantice el mantenimiento de sus viviendas y locales. Así, los miembros de la plataforma no lograron ningún compromiso formal de los dirigentes a fin de evitar la expropiación y derribo de los inmuebles y establecimientos.

Cabe recordar que el portavoz de la plataforma, Enrique Salvà, registró a principios de mes un escrito en el Consell de Mallorca en el que insta a la Comisión de Urbanismo a que se oponga al derrumbe de las viviendas y locales comerciales y rechace la construcción de un centro comercial en Ses Fontanelles y de un bulevar en el Torrent des Jueus, al considerar que estas actuaciones «se saltan a la torera» el Plan Territorial de Mallorca (PTM).

Entonces, Salvà instó a todos los ciudadanos, vecinos o no de la Playa de Palma, a que participasen en la concentración para «solidarizarse con las personas que tienen un «drama» con el proyecto de reforma de la Playa de Palma, dado que su futuro «no está garantizado».

Al término de la audiencia celebrada el lunes, la presidenta de la Federación Palmesana de Asociaciones y Entidades Ciudadanas (Fepae), María Soledad Sarabia, aseguró que Antich y Barceló transmitieron «tímidamente» a los vecinos y comerciantes que la «apuesta» de la Administración balear consistiría en rehabilitar y mantener los comercios e inmuebles existentes en este enclave sin proceder a la expropiación forzada de los mismos.

Por otra parte, Sarabia explicó que el presidente y la consellera tampoco han accedido a prorrogar el periodo de alegaciones de dicho Plan, que concluye el próximo 6 de octubre, si bien los representantes del Govern han asegurado a los allí presentes que «se hará caso» a las aportaciones llevadas a cabo por los diferentes sectores afectados, así como que se creará una comisión mixta con la participación de las asociaciones vecinales y empresariales de la zona para debatir los problemas derivados de la reforma.