La bicicleta pública de la calle Blanquerna. | M. À. Cañellas

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La alcaldesa de Palma, Aina Calvo, ha anunciado hoy que el servicio de bicicleta pública de Palma se denominará «Bicipalma», tal como han decidido los 2.660 ciudadanos que han participado en el proceso de elección del nombre que empezó en agosto.

El nombre elegido ha recibido 826 votos y se ha impuesto a Rodapalma, Bicity y Palmabike, según ha precisado el Ayuntamiento de Palma en un comunicado en el que ha recordado que los palmesanos estaban invitados a participar en la elección a través de la web del consistorio (con 1.362 votos) y también se recogieron votos el día que se presentó el proyecto (265 sufragios) y en seis institutos de secundaria de la ciudad (1.033 votos).

El servicio de bicicleta pública de Palma, que se financia con el llamado nuevo Plan E, tiene un presupuesto de 800.000 euros y ha sido adjudicado a la empresa Indra, con la previsión de que esté operativo en 2011.

La Bicipalma contará con 28 estaciones, ubicadas en 15 barrios (Foners, Pere Garau, Marqués de Fontsanta, Arxiduc, Bons Aires, Es Fortí, Camp d'en Serralta, Santa Catalina, Jaume III, Born, Placa dels Patins, Cort, Sant Nicolau, Sindicat y Mercat).

El sistema contará con 336 bicicletas BH con cambio de tres velocidades integrado, luz delantera y piloto trasero, timbre, frenos delantero y posterior, una cesta, sillón regulable y neumáticos reforzados y con sistema antirrobo, que estarán pintadas con los colores azul, blanco y verde de la EMT

El sistema tendrá 470 anclajes repartidos en los aparcamientos para bicicletas.

Aparcamiento

Cada estación dispondrá además de un punto de interacción con el usuario (PIU) y un sistema de pantallas con un programa informático que permitirá a los palmesanos coger o dejar la bicicleta y saber dónde hay bicicletas disponibles y anclajes vacíos.

El sistema también permitirá introducir información sobre el estado de las bicicletas o detectar el mal funcionamiento o deterioro de cualquier elemento del servicio.

La bicicleta pública se vinculará a la tarjeta ciudadana, de forma que quien quiera usar el servicio tendrá que ir a una estación, pasar la tarjeta y coger al bicicleta. Cuando acabe de usarla, la dejará y volverá a pasar la tarjeta.

Los pasajeros de autobús que hagan transbordo de la EMT a la bicicleta pública, tendrán media hora gratuita, medida con la que el Ayuntamiento quiere promover el transporte público en todas sus vertientes y favorecer la intermodalidad.