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La labor efectiva de demolición del hotel Sayonara se inició ayer con el derribo correspondiente al ala del antiguo comedor del edificio, frente a la piscina. Aunque, según Cort las obras comienzan el próximo día 8, las labores de limpieza y eliminación de materiales contaminantes como el amianto empezaron el pasado mes de diciembre y se han prolongado durante todo el mes de enero.

Aparcamiento

Se prevé que el edificio, en estado de abandono y degradación desde hace más de treinta años, pueda derribarse en dos semanas para acondicionar un aparcamiento en superficie para residentes de 30 plazas, dos para personas discapacitadas y dos áreas de aparcamiento para bicicletas.

Según Cort, el objetivo es recuperar un espacio público mediante la habilitación del aparcamiento, dada la carencia de plazas en la zona, entre las calles Dos de Maig y Josep Villalonga, al cual se podrá acceder desde las dos calles. Además, se señalizarán dos zonas para operaciones de carga y descarga, a petición del vecindario. Los vehículos particulares también podrán disponer de estos espacios por las noches, por lo que el número de plazas se incrementará hasta 36.

El hotel Sayonara, propiedad de Aina Salom, fue edificado donde se levantaba la villa solariega de Can Alomar, del siglo XIX, y de la cual restan tres paredes de piedra en su fachada posterior. A mediados de la década de los años 60 un empresario turístico compró el solar donde construyó el hotel, que cerró sus puertas a principios de los 70.