Miquel àngel Flaquer, acompañado de su abogado, en los juzgados de Palma, esta mañana. | Teresa Ayuga

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El ex presidente de Uniò Mallorquina (UM) Miquel Àngel Flaquer rechazó ayer de plano que se hubiese lucrado con la cuenta abierta por sus compañeros de partido Francesc Buils y Àlvaro Llompart en la entidad bancaria Banif, «ni nunca» en sus diez años como político en activo.


Flaquer, defendido por el abogado Gaspar Oliver, compareció en calidad de imputado ante la juez instructora del 'caso Voltor', Carmen Abrines, y el fiscal anticorrupción Miguel Àngel Subirán, para explicar el papel que desempeñó en la apertura de la cuenta en Banif, con un importe de 1,2 millones de euros, realizada por Buils y Llompart cuando en la actual legislatura desempeñaban los cargos de conseller de Turisme y ex jefe del área económica del Inestur, respectivamente.


La cuenta fue abierta en 2008 pese a un informe jurídico desfavorable, y cerrada en diciembre de ese año por el entonces conseller de Turisme Miquel Nadal.


Llamada telefónica

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Flaquer explicó que recibió una llamada telefónica de Buils para pedirle que asistiera a una comida con directivos de Banif, la división de banca privada del Grupo Santander. En el transcurso de ese encuentro el representante de la entidad iba a explicarles diferentes cuestiones sobre productos financieros, y como él tenía «ciertos conocimientos sobre la materia económica», Buils le solicitó que estuviera presente.


«Ni Buils ni Llompart me dijeron nada sobre la cantidad de dinero que iban a invertir, ni tampoco tuve conocimiento sobre la apertura de una cuenta», declaró el ex líder de UM. «No tenía disposición sobre los fondos del Inestur y no es cierto que me pusiera de acuerdo con Buils y Llompart para lucrarme, ni en ese caso concreto ni durante mis diez años de política activa», añadió.


Flaquer insistió que Buils le dijo que «tenían un dinero y que se quería sacar rentabilidad». Matizó que no hablaron de cantidades y que él supuso que se trataba de «dinero público». Ha asegurado que después de la comida, en la que según declaró se habló de varios productos financieros y de «un 4 por ciento de interés», se desvinculó «totalmente» del tema.


El presidente de Unió Mallorquina solicitó comparecer de manera voluntaria ante la juez, ya que la pieza sobre la cuenta de Banif estaba prácticamente cerrada.


La Fiscalía Anticorrupción sostiene que los dirigentes de UM intentaron lucrarse al depositar 1,2 millones de dinero público en una entidad privada, y en el cual el Govern no podía contratar al no figurar en el acuerdo marco de bancos habilitados para operar con la Administración Pública.