La estacionalidad con el mercado español se aprecia en toda su crudeza, pese a que en los últimos cinco años se había producido un repunte, pero la crisis económica y el encarecimiento del destino Balears, ha tenido un efecto negativo a la hora de incentivar los viajes desde la Península y Canarias a las Islas.
Aeropuertos
El cambio de programación se produce cada año a finales de octubre y a finales de marzo. En 2011, las compañías aéreas que operan con Balears comenzarán la programación de verano el próximo día 28, fecha a partir de la cual Son Sant Joan verá incrementada de forma paulatina el número de frecuencias y aeropuertos españoles de conexión, que tendrán su punto más álgido del 15 de julio a finales de septiembre.
En el gráfico adjunto se puede apreciar la diferencia de conectividad aérea que ha habido en los meses estivales de 2010 a los de otoño e invierno 2010-2011. Aeropuertos de conexión que, en ocasiones, sólo se opera durante dos meses, pero que sirven para captar turismo español desde los cuatro puntos cardinales de la Península, aunque en ocasiones volar sea muy caro, especialmente cuanto no se opera con touroperador y se adquiere sólo el billete de ida y vuelta sin hotel.
Así, en esta lista de aeropuertos con los que Son Sant Joan solamente tiene frecuencias de vuelos durante la programación de verano, como así sucedió en 2010, se encuentran Tenerife Norte, Tenerife Sur, Melilla, Pamplona, Albacete, Ciudad Real, Logroño, San Sebastián, Badajoz, Salamanca, León, Burgos, Valladolid, Santander, Vigo y A Coruña.
Las frecuencias, en ocasiones, son uno o dos por semana, pero sirven para acercar a Mallorca y resto de islas al turismo español y romper el aislamiento aéreo con algunas comunidades autónomas que durante el invierno necesitan hacer escala en Bilbao, Barcelona o Madrid para poder viajar a Mallorca. Es aquí, donde los mayoristas españoles y la propia Conselleria de Turisme, a través de la Agencia de Turismo de Balears, realizan sus campañas de promoción con paquetes vacacionales específicos para el verano.
El problema radica en que la fuerte estacionalidad del mercado español, pese a los esfuerzos que se hacen para poner en el mercado productos turísticos nuevos, en ocasines provoca que las aerolíneas tengan que suspender o varias sus programaciones de vuelos. Así, sucedió el pasado año con el aeropuerto de Ciudad Real, al dejar de operar la compañía o Berlín por la baja ocupación que registraba.
En la programación de verano 2011, esta circunstancia se va a acentuar, aún más, puesto que las previsiones de crecimiento que hay del mercado turístico alemán y británico, así como de otros mercados alternativos europeos, incidirán negativamente sobre el turismo español, ya que en julio y agosto puede que no tengan camas hoteleras.
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