«La experiencia y la ciencia nos dice que se asume mejor el final de la vida cuando uno tiene la expectativa de que esto no se acaba aquí, que continua en otro lado», añadió Rocafort en el acto de presentación de la IX Jornada Nacional de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos que se celebra ayer y hoy en Palma con la participación de más de 700 expertos, con el lema central de la espiritualidad en la clínica.
El encuentro que ha sido promovido en estrecha colaboración con la Obra Social La Caixa, una institución que impulsa la atención integral y espiritual a los enfermos avanzados y que ya ha atendido a 2.000 enfermos y familiares en Balears.
Por otra parte el director general de Planificació i Financiació de la Conselleria de Salut, Juli Fuster, explicó que desde hace cuatro años se impulsa en las Islas la estrategia de cuidados paliativos, que ha permitido, entre otras cosas, la formación específica de más de 200 profesionales de Balears. En 2010 un total de 618 personas estuvieron hospitalizadas en las unidades de paliativos del IB-Salut y 283 en el Hospital Sant Joan de Déu.
2 comentarios
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Siempre he considerado que acordarse de la religión o invocar a Dios en los momentos graves está muy bien, incluso para los que durante toda la vida no se han acercado a la Iglesia para nada o que han despotricado de Ella. No son valientes los dirigentes de la iglesia católica cuándo no saben advertir a la opinión pública que, a la hora de la muerte, " no podràn contar con un funeral o exequias públicas (únicamente oraciones) aquéllos que durante toda su vida hayan vivido de espaldas a la normativa cristiana. Puede resultar hipocresia el funeral de cualquier persona que no ha sabido, en vida, donde se encuentra el portal de la Iglesia, hipocresia que comparte el mismocura en el momento del acto litúrgico. Si se "asustase" ( es un decir) a los no practicantes de que al final de su existencia no podría terner un funeral acorde con sus creencias, tal vez iria más gente a misa. De lo contrario, ¿por qué les entra la devoción en el último instante?.
Es tan arriesgado creerlo todo como no creer en nada y para los que no tienen religión su único Dios verdadero es el trabajo que dignifica mucho más que la religión, que es el último recurso de amparo, cuando la vida se nos va. De cada día hay más gente, escéptica, que en los templos o santuarios se ahoga, se asfixia, porque todo es superstición, brujería, magia, ocultismo, liturgia para esconder la verdad. El cristianismo sería bueno si un colectivo intentara, por lo menos, practicarlo; pero es una capa de barniz hipócrita de la sociedad. Ya lo decía Martín Lutero: La medicina hace enfermos; la matemática, tristes; y la teología, gente pecadora. Reflexionen.