Francesc Antich y José Ramón Bauzá, con la periodista Cristina Bugallo, momentos antes de iniciar su debate en IB3. | J. Lladó / S. Amengual

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El candidato del PP a la Presidència del Govern, José Ramón Bauzá, rehusó el cuerpo a cuerpo con el actual president del Ejecutivo, el socialista Francesc Antich, en el debate que ambos mantuvieron anoche en IB3. El debate no tuvo ni ganador ni perdedor. Simplemente, apenas hubo debate. Por el contrario, el cara a cara se convirtió en una exposición del programa electoral de cada uno y poco más.

Francesc Antich intentó en varias ocasiones provocar a Bauzá con temas del pasado o incluso del presente. El candidato socialista llegó a cuestionar el número de asesores fichados por el líder del PP en Marratxí. Bauzá ni contestó. Se limitó a exponer sus ideas y a seguir el guión establecido para intentar ofrecer un mensaje en positivo.
Al inicio del debate, Bauzá cuestionó la falta de transparencia del Govern al no presentar los presupuestos en el Parlament. Antich contestó que lo poco transparente era enterrar cajas de Cola Cao repletas de dinero procedentes de comisiones. Bauzá ni contestó a la provocación del candidato del PSOE.

En materia turística, Bauzá lamentó que en una legislatura hubiese habido hasta cuatro consellers de Turisme. Antich contestó que él había tenido que negociar con hasta cinco portavoces del PP. Bauzá ni se inmutó y siguió con su guión.

Privatizar la sanidad

El candidato del PP únicamente se defendió de algo que ha difundido el PSOE durante la campaña electoral. Antich cuestionaba ayer mismo «algunas manifestaciones sobre el sistema privado y el copago sanitario». «Es recurrente decir que cuando gobierna el PP habrá recortes sociales, pero el mayor recorte lo ha protagonizado Zapatero», acusó Bauzá. Éste también se mostró contundente cuando Antich lamentó el escaso interés del PP en aplicar la Ley de Dependencia. Bauzá recordó que dicha ley comenzó a funcionar en plena campaña electoral de 2007.

El inicio del bloque de Educación sirvió a Bauzá para cambiar su registro lingüístico. A partir de ese momento el candidato del PP empezó a hablar en castellano. Bauzá dijo que su obsesión la próxima legislatura sería la Educación. Antich replicó que cada legislatura debería ser la legislatura de la Educación.

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Bauzá defendió la libre elección de centro y Antich dijo que ya conocía ese discurso. «Matas prometió lo mismo y no pudo cumplir», replicó.

El debate sobre el territorio sirvió para que cada uno de los candidatos expusiese una serie de asuntos sin ninguna conexión. Antich defendía la protección del territorio mientras Bauzá hablaba de seguridad jurídica. No hubo tampoco cuerpo a cuerpo en esta parte del debate. El bloque sobre política institucional hubiese podido ser la última oportunidad para hablar de corrupción, de los casos del PP de la pasada legislatura, pero el candidato popular tampoco entró en el cuerpo a cuerpo.

Bauzá inició el bloque institucional y reclamó una reducción de altos cargos, de coches oficiales, y más rigor presupuestario. «El catalán no tiene que ser un requisito, sino un mérito», defendió Bauzá. «¿Ser mallorquín ya no es un mérito?», preguntó el candidato socialista.

Bauzá prometió que si es presidente creará un portal de transparencia y que se pagará mucho antes a los proveedores. «La transparencia es poner orden después de los casos de corrupción», replicó Antich. Bauzá tampoco quiso entrar en el cuerpo a cuerpo con su rival político.

En el bloque de conclusiones, Antich se dirigió a los ciudadanos de Balears para vaticinar que la crisis terminará antes de lo previsto. «En el PSOE trabajamos con las manos limpias», aseguró el candidato socialista.

Bauzá siguió con su discurso en castellano para recordar que en Balears hay más de 144.000 parados y mientras la situación económica ha ido empeorando en el Govern de izquierdas sólo ha habido peleas. «Estoy aquí para cambiar las cosas, empezando por mi propio partido. La única manera para salir de la crisis es votar al PP», concluyó el candidato popular.