Imagen de la concentración en Palma anteanoche.

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Todos los partidos con opción de entrar en el Parlament coincidieron ayer, en mayor o menor medida, para 'reconducir' las quejas de los 'indignados' a las urnas. Incluso Francesc Antich, del PSIB y José Ramón Bauzá, del PP. Antich se mostró «comprensivo' con sus quejas y explicó que debería votar para evitar aún más retrocesos. Bauzá señaló que «la única posibilidad que tienen de cambiar las cosas es acudir a las urnas».

La última jornada de la campaña estuvo marcada por las protestas del grupo que ha instalado su campamento en la Plaça d'Espanya desafiando a la Junta Electoral. Esquerra Unida dio por cerrada, horas antes de la medianoche, el final oficial de la campaña y transformó su mitin final en una 'fiesta por la libertad'.

Esparadrapo en la boca

Tanto el candidato de EU al Parlament, Manuel Carmona (que junto al resto de cabezas de lista de su formación se tapó la boca con esparadrapo en señal de protesta) como el cabeza de cartel del PSM-Iniciativaverds, Biel Barceló, se mostraron contrarios a la prohibición de las concentraciones. Barceló, que también 'pescó' en el movimiento de la indignación, mantuvo que hay que votar pero añadió expresamente que no en blanco ya que «favorece al PP».

El propio president Antich se mostró contrario a la prohibición de las concentraciones, incluida la de la jornada de reflexión. Dijo que «la libertad de expresión tiene que estar por encima de todo y hay que escuchar a la gente que se queja».

«Las protestas -dijo el presidente y candidato socialista- tiene que servir para seguir trabajando a favor de la transparencia y la participación».

Los 'indignados' son variopintos y unos acudirán a votar, otros no y algunos lo harán en blanco.