Trabajadores de una empresa cargaron documentación del edificio Avingudes en un camión.

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Una empresa de fábrica de cartón compacto y destrucción confidencial de documentación cargó numerosas cajas de documentos del edificio municipal de Avingudes durante la mañana de ayer.

El citado inmueble alberga las regidurías de Benestar Social y Urbanisme. Sin embargo, sus respectivos responsables, Eberhard Grosske y Yolanda Garví, aseguraron desconocer qué documentos se estaban cargando en el camión, ni quién había contratado esos servicios. «En Benestar Social los documentos para tirar se los damos a la señora de la limpieza», aseguró Grosske, que también destacó que la documentación que se genera en su regiduría es pública y «transparente». Además, manifestó que no conocía la existencia de este tipo de empresas de destrucción confidencial de documentación y garantizó que durante toda su trayectoria política nunca había requerido estos servicios.

La regidora de Urbanisme también negó haber contratado un servicio especial para destruir documentación confidencial. Fuentes municipales trasladaron que Garví y su equipo no tienen nada que ocultar.

Carpetas

Por el contrario, fuentes de la empresa que acudió ayer al edificio municipal de Avingudes explicaron que habitualmente realizan estos trabajos y aseguraron que se trata de una práctica habitual, que también realizan en otras instituciones públicas y empresas privadas. En este sentido, las mismas fuentes detallaron que recogen los documentos, los reciclan y fabrican cartón, con el que suelen hacer carpetas.

Sin embargo, los funcionarios que trabajan en Avingudes se manifestaron ayer sorprendidos por la presencia de un camión de fábrica de cartón compacto y destrucción confidencial de documentación, especialmente porque el gobierno de Aina Calvo está en funciones y el día 11 Mateo Isern tomará posesión como alcalde y ya ha presentado a su gobierno.

Preguntados por si estas prácticas suelen ser habituales en Cort, desde el PP de Palma aseguraron que durante la legislatura de Catalina Cirer nunca se contrató a empresas de este tipo, «porque no había nada que esconder».