Además, la primera ola de calor de la temporada se prevé para finales de esta semana, cuando se podría llega a temperaturas de hasta 40 grados centígrados en Andalucía Occidental y a principios de la próxima semana. «Esta semana las temperaturas serán elevadas y, sobre todo, subirán a partir del jueves, para llegar a un fin de semana caluroso», ha añadido.
Así, ha precisado que la temperatura media normal para el verano en el conjunto de España peninsular y Balears es 22,4 grados centígrados de media. Sin embargo, por distribución geográfica, a media de temperaturas máximas en el norte es de 19,5 grados centígrados aproximadamente, mientras que en Andalucía occidental asciende hasta 26 grados centígrados de media. «La probabilidad de que esto ocurra es elevada», ha añadido, al tiempo que el portavoz de la AEMET, Angel Rivera ha añadido que será más cálido de lo normal, especialmente cuanto más al este y al sur.
«El verano de 2011 estará en la línea de los últimos veranos cálidos que llevamos. Esta tendencia afecta también al resto del continente europeo», ha indicado Rivera.
Durante la rueda de prensa trimestral de la AEMET, Rivera ha añadido que el trimestre marzo-mayo ha sido el más cálido desde 1951, ya que ha tenido un carácter de muy cálido a extremadamente cálido en todas las regiones, confirmando «las primaveras de carácter cálido ascendente en los últimos años» y ha tenido precipitaciones en conjunto «ligeramente superiores a la media».
LA PRIMAVERA MAS CÀLIDA DE LA HISTORIA
Concretamente, ha señalado que se ha alcanzado una temperatura promedio de 15,30 grados centígrados, es decir, 2,3 grados centígrados por encima del valor medio normal en relación con el periodo de referencia (1971-2000), por delante de los años 1997 (15,24 grados centígrados) y de 2006 (15,13 grados centígrados).
El portavoz de la AEMET ha añadido que las anomalías positivas han llegado a superar los 3 grados centígrados en algunos puntos del suroeste de Galicia, País Vasco y un área del Sistema Central. En general «todas las regiones» superaron las temperaturas medias para esta estación, y «tan solo» en la franja mediterránea comprendida en el sur de Cataluña y el litoral mediterráneo andaluz, así como en Canarias, partes de Baleares y la provincia de Huelva, las temperaturas fueron superiores en menos de 2 grados centígrados, mientras que en el resto, las anomalías positivas oscilaron entre los 2 y 3 grados centígrados.
En Baleares la primavera fue muy cálida a extremadamente cálida, al tiempo que en Canarias, este trimestre resultó muy cálido en general, con una anomalía superior en torno a 1 grado centígrado, menor que el resto del país.
En cuanto a las temperaturas más bajas, el episodio más significativo del trimestre se produjo en la primera decena de marzo, cuando se registraron heladas en todo el interior, con valores por debajo de los -5 grados centígrados. El valor mínimo entre estaciones se alcanzó el 1 de marzo, cuando en el observatorio del Puerto de Navacerrada se llegó a -10 grados centígrados; el 4 de marzo, -5,4 grados centígrados en Avila y -4,6 en Segovia y -6,5 grados centígrados en Izaña (Tenerife), registrados el día 16.
Por el contrario, las máximas más elevadas de la primavera llegaron durante la primera decena de abril, sobre todo entre los días 8 y 10 , cuando el día 9 de abril, Murcia llegó a 37,4 grados centígrados y Elche a 38,6 grados centígrados. Esto se considera un «hecho excepcional dadas las fechas en que sucedió, ya que se superó en 5 grados centígrados el registro más elevado para un mes de abril de la serie histórica con datos de 1984», ha comentado Rivera. Con estos datos, abril de 2011 se ha convertido en el más cálido desde 1951, al tiempo que mayo ha sido el tercer mayo más cálido desde 1951, detrás de 1964 y 2006.
Respecto a las precipitaciones, este trimestre se han situados en su conjunto por encima del valor normal, ya que se ha alcanzado una precipitación media en torno a 195 litros por metro cuadrado, un 10 por ciento sobre el valor normal de 175 litros por metro cuadrado.
Por zonas geográficas, ha llovido por debajo de los valores medios para el trimestre un buena parte del tercio norte peninsular, desde Galicia hasta los pirineos. La primavera, según Rivera, ha sido «especialmente seca» en áreas del oeste de Galicia, Cantábrica, País Vasco y norte de Navarra, donde las lluvias acumuladas no llegaron «ni al 50 por ciento» del valor medio.
Asimismo, Rivera ha añadido que la primavera también fue más seca de lo normal en Baleares y en algunas zonas del norte y oeste de Castilla y León. Por el contrario, resultó «relativamente» húmeda y «especialmente húmeda» en el tercio suroeste peninsular, zonas del interior del cuadrante nordeste y Canarias, donde tuvo un carácter «muy húmedo» en general. Incluso, ha señalado que en zonas de Canarias y de Huelva los valores de la precipitación acumulada llegaron a superar el doble de los normales.
Por último, el portavoz de la AEMET ha explicado que el presente año hidrológico (1 de octubre de 2010 a 30 de septiembre de 2011) acumula a 12 de junio un total de 590 litros por metro cuadrado de valor real, es decir, aproximadamente algo más de un 10 por ciento por ciento por encima del valor medio normal para este periodo (532 litros por metro cuadrado).
«La mayor parte del superávit se encuentra en la mitad sur peninsular, salvo en Valencia, Canarias, Menorca, este de Galicia, la Rioja, Castilla y León, parte de Aragón, Navarra y Cataluña», ha precisado Rivera, al tiempo que ha añadido que, como en el año hidrológico anterior, la mayor parte de este superávit relativo de precipitaciones se fue acumulando en los meses invernales y en marzo, con variaciones pequeñas en abril y mayo.
Finalmente, ha explicado que ha llovido un 25 por ciento menos de lo normal en la mitad sur de la Comunidad Valenciana y extremo oeste de Galicia. Mientras, ha agregado que llovido un 50 por ciento más de lo normal en el norte de Andalucía y extremo sur de Castilla-La Mancha, y un 25 por ciento más de lo normal en parte de Andalucía, áreas del sur de Castilla-La Mancha, Extremadura, oeste de la cordillera cantábrica, en Menorca y algunos puntos de Canarias.
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