Armengol y Calvo, en el centro, en la ampliación del tercer carril de la vía de cintura. | Teresa Ayuga

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El Consell de Mallorca teme que el Ministerio de Fomento reclame el dinero previsto en el convenio de carreteras y que se ha gastado en otras partidas. Aunque no ha habido ningún contacto entre el gobierno de Salom y el Ministerio de Fomento, en la institución insular están muy pendientes de que en los próximos meses, sobre todo después de las generales, pueda revisarse cuánto dinero del previsto para carreteras se destinó a otras partidas.
El dinero de las carreteras es transferido directamente por el Ministerio de Fomento a la caja común del Consell. En la institución insular no existe una caja específica para el dinero de dicho convenio.

El Consell de Mallorca lleva gastados hasta la fecha aproximadamente unos 74 millones de euros del convenio de carreteras suscrito esta legislatura con el Ministerio de Fomento por valor de 389,7 millones de euros.

Retrasos

El convenio establecía que la licitación, contratación y pago de las obras corría a cargo del Ministerio de Fomento, así como la dirección, control y vigilancia de las obras. Esta cláusula ralentizó todo el convenio, Madrid no adjudicó ninguna obra, a pesar que desde el Consell de Mallorca se le enviaban proyectos para revisar y licitar. No se avanzó nada.

La modificación del Plan de Carreteras, que incluía la modificación de uno de los proyectos viarios más importantes -la vía conectora-, también supuso un retraso en la redacción de esta importante obra. La parálisis del convenio obligó a modificarlo y suscribir otro esta vez con el actual ministro de Fomento, José Blanco, en el que se otorgó la licitación de las obras a los consells insulars. La importancia de este convenio, decían Antich y Armengol, era que las cantidades importantes se invertirían al inicio del acuerdo, pero la realidad ha sido muy distinta. A finales de la pasada el PP ya denunció que el dinero de las carreteras se gastaba en otras partidas, pero no hubo respuesta por parte del gobierno del Consell que entonces presidía Armengol. Ahora en el gobierno de María Salom temen que Fomento revise la situación del convenio y averigüe los incumplimientos.