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En estos momentos hay en Mallorca una lista de espera de plazas públicas residenciales para mayores de 806 personas, todo lo contrario que ocurre en los centros de día, donde se calcula que hay más de doscientas plazas libres.

En estos momentos de crisis económica son muchas las personas o familias que optan por solicitar una prestación económica o una plaza de residencia a través de la Ley de Dependencia, antes que una plaza de centro de día, reconocen desde el Consell de Mallorca, si bien las primeras se están pagando con retraso y las segundas suponen una larga espera, «sobre todo si se quiere conseguir una residencia concreta y más aún si es en Palma», reconoce Sofía Alonso, del equipo de coordinación del Àrea Asistencial del IMAS.

Durante la pasada legislatura se construyeron bastantes centros de día en la Isla, solo en Palma se abrieron cuatro, pero «hace falta dar a conocer mejor los centros de día, la labor que realizan con las personas mayores, los trabajos de estimulación cognitiva, etc», afirma Alonso.

Autorizadas

Actualmente hay autorizadas en Mallorca 51 residencias para mayores, de las que 36 son privadas (14 en Palma y 22 en la Part Forana) y 15 son de titularidad pública. En total suman 4.885 plazas residenciales, de las que 1.410 son para personas válidas, 2.697 para personas con necesidades de asistencia y otras 778 de tipología mixta.

Dentro de las residencias de titularidad pública la mayor parte son municipales, el IMAS controla directamente las de La Bonanova, Llar dels Ancians, ambas en Palma, la residencia Huialfàs (Sa Pobla) y la Bartomeu Quetglas (Felanitx).

Por su parte, el Govern es el titular de las residencias de Sant Miquel y Oms, en Palma. Aunque la idea de los responsables políticos es que en algún momento todas las residencias sean controladas por el Consell de Mallorca, lo cierto es que aún no es así y la explicación es que las residencias de Sant Miquel y Oms nacieron con la intención de ser un centro especializado para enfermos de alzheimer y tener, por tanto, un ámbito suprainsular. Pero, explica Alonso, la demanda de plazas de personas mayores fue tanta ya desde el principio que el anterior Ejecutivo renunció a esa especialización y las abrió a personas mayores en general, aunque la titularidad sigue siendo del Govern.

Luego hay toda una serie de residencias municipales que son de titularidad privada, pero que tienen al menos la mitad de sus plazas concertadas con el Govern. Es el caso de las residencias de Marratxí, Costa d´en Blanes y Cap de Pera, gestionadas por SARquavitae; de la de Santanyí, del Grupo Aser, y de las de Inca, Can Picafort, Montuiri, Port de Pollença, Sant Joan y Manacor, propiedad de Nova Edat. Estas residencias fueron construidas durante el Gobierno de Matas, a partir de la cesión de solares por parte de los municipios al Consorcio Sociosanitario. Éste convocó concursos y las empresas ganadoras construyeron las residencias a cambio de su explotación durante 36 o 40 años.

En general, la mayoría de residencias privadas están concertando plazas con el Govern.