Cientos de personas disfrutaron con el desfile de las 'colles' participantes en la XV Trobada de Gegants | Pere Bota

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El sol brilló y el calor apretó ayer sobre los gigantes venidos a Palma desde una veintena de pueblos de Mallorca y algunos núcleos de Palma con motivo de la XV Trobada de Gegants, que resultó un éxito de organización, participación y público.

Los geganters de la Sala, muy implicados en esta cita, bien temprano controlaron la llegada de las distintas colles, que fueron instalando sus espectaculares figuras en la calle Palau Reial.

A las 11.00 horas empezó el desfile hasta Cort -donde estaban situadas las parejas de gigantes consistoriales formadas por Tomeu y Margalida y Tòfol y Francinaina- que fue presentado por Pau Tomás, autor del libro Gegants de Mallorca, junto al alcalde de Palma, Mateo Isern, y el cap de colla de los geganters de la Sala, Antoni López. Lo encabezaron los espectaculares gigantes de Matadepera (Barcelona) Pepet de Cal Tanta (3,65m) y Marieta de Cal Baldiró (3,60m), a los que acompañó su presidente geganter, Joan Cortada. Esta colla aportó también los pequeños gigantes Isidre y Heidi, y Mata y Pere, que hicieron las delicias de los niños por su simpatía y cercanía.

Tras haber pasado todas las colles, Isern les dio la bienvenida. Todos recibieron un obsequio de manos del alcalde y, a continuación, Biel Geganter soltó su famoso grito para dar el sus al baile de los simpáticos Capgrossos de la Sala, los de Matadepera y los cuatro del Ajuntament de Palma.

Acabado éste, se inició un pasacalles por Colón, Sant Miquel y Plaça d'Espanya, que fue seguido por mucho público, destacando un año más por su cercanía con los pequeños y la marcha que imprimen con su música los de s'Arracó, Santa Maria del Camí y los de la Assumpció, que portaron sus capgrossos y la cucafera, además de los de Campos y la gran colla de geganters de la Sala. Todos realizaron paradas en la Plaça Major y Sant Antoniet, para dirigirse al Parc de ses Estacions para tomar un gran aperitivo.