La junta general de RTV Mallorca autoriza la ejecución del ERE

La junta se ha reunido esta mañana en sesión extraordinaria en la sede del Consell de Mallorca, donde también ha aprobado facultar al director general de RTVM para que formalice y negocie este ERE.

Se ha cumplido así el siguiente paso para cerrar el ente, después de que el pasado día 23 el consejo de administración de RTVM presentara la propuesta de ejecución del ERE, que afecta a más de 100 personas, y facultara a su director, José Manuel Carrillo, para negociarlo y elevar su ejecución a la junta de accionistas celebrada hoy.

Según el calendario fijado, mañana se entregará toda la documentación del ERE al comité de empresa y a la Dirección General de Trabajo y entonces se abrirá un plazo de 30 días para negociar con el comité de empresa de RTVM las condiciones económicas y el plan social.

Después de la reunión de la junta, se han concentrado frente a la sede del Consell trabajadores y consellers contra el cierre de la radiotelevisión pública.

Alrededor de 30 personas, incluyendo a la exdirectora del ente, Marisa Goñi, y el líder de Esquerra Unida, Manel Carmona, han participado en esta concentración promovida por la plataforma de entidades contra el cierre de RTVM.

Jaume Rosselló, miembro de esta plataforma, ha explicado a los periodistas que durante la junta se ha presentado un informe para justificar el cierre que supone, a su juicio, «una falta de respeto», ya que contiene «una retahíla de incertidumbres».

«Se amparan en argumentos absolutamente flojos y algunos inciertos», ha dicho, y ha criticado que Carrillo se haya puesto a sí mismo como afectado del ERE, lo que ha considerado una «falta de vergüenza impresionante».

David Oliver, portavoz de los trabajadores de Ona Mallorca, la radio del ente, ha afirmado por su parte que «lo que no puede hacerse es perder tantos recursos y experiencia adquirida» y ha apostado por rediseñar del plan audiovisual de Mallorca contando con estos trabajadores.

Ha opinado que el ERE es «incoherente» porque se basa en índices de audiencias que son «incompletos», lo que ha considerado «peligroso», y ha pedido a los consellers del PP que «no sonrían cuando voten a favor de dejar a tanta gente en la calle ni de que se cierre un medio de comunicación público».