La adquisición del edificio se firmó hace tres años pero hasta dentro de 20 años no estará totalmente pagado. Estas circunstancias han hecho que el Ejecutivo encargue un estudio financiero para determinar las condiciones en las que se hizo la compra.
Vender
La intención del Govern es poner a la venta el inmueble con el fin de poder liquidar la hipoteca firmada en su día y para obtener ingresos adicionales en época de recortes. El Ejecutivo calcula, en cualquier caso, que el precio de venta no podrá superar los 4 millones, según sus tasaciones, por lo que la intención es vender cuanto antes.
El edificio ya está completamente vacío después de que una empresa de mudanzas finalizara ayer el traslado de todos los muebles que había en las dependencias. Tan sólo quedaban los funcionarios del departamento de Calidad de Servicios, que ya han sido realojados en otras dependencias propiedad de la Comunitat Autònoma.
No es el único edificio que se pondrá a la venta. La Conselleria d'Administracions Públiques, que tiene las competencias en materia de Patrimoni, ya está trabajando en un plan para delimitar qué inmuebles se pueden poner a la venta. En este mismo plan, se detallará además si algunas de las propiedades del Ejecutivo puede alquilarse a terceros, como otra vía para obtener ingresos.
Dos meses
El plan estratégico sobre el patrimonio que se pondrá a la venta estará listo en dos meses, según detalló ayer el conseller d'Administracions Públiques, Simó Gornés. El conseller reconoció que será muy difícil desprenderse de algunos de los edificios del Ejecutivo dada la complicada situación económica. Por está razón, el plan incluirá la posibilidad de alquilar los edificios en lugar de venderlos y obtener así ingresos adicionales. El proyecto de ley de presupuestos ya recoge la posible venta patrimonial.
2 comentarios
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Exacto "VS", pero a ellos no les piden responsabilidades civiles, si lo hacemos nosotros nos cuelgan de la rama mas alta. Lo de que todo el mundo es igual ante la ley, no existe.
Gràcies Sr. Antich "et alii". Quina sort que hagin pensat als nostres nets i besnets, perquè ells també, i no només nosaltres, puguin contribuir cívicament a eixamplar, de manera inter-generacional, el patrimoni del Parlament balear.