«Puede elegir el titular, entre mal, peor y catastrófico», así se expresaba Sergio Rodríguez, de la Administración 15 de Palma, sobre la situación que están viviendo los loteros este año con la crisis. A pocos días de la celebración del sorteo de Navidad hemos querido conocer cómo van las ventas de lotería y lo cierto es que la mayoría de las administraciones consideran que la crisis se deja notar y mucho. Es cierto que se vende, pero «sin la alegría de otros años» como nos reconocía Antonia Durán, propietaria de la Administración número 17, situada en la calle Cardenal Rossell.
Pesimismo
Sólo una de las seis administraciones con las que hemos hablado reconoció que este año las ventas van como el pasado, se trata de la Administración número 29 de la calle Llibertat, donde su propietaria, Pilar, nos decía: «Vamos vendiendo al ritmo del año pasado, lo único que estamos notando es que la gente en lugar de llevarse varios décimos sólo se lleva uno, pero es normal dada la situación económica de muchas familias».
Pero la percepción de Pilar no es compartida por la mayoría, que asegura que las ventas se han ralentizado y que la crisis está haciéndose notar, al contrario de lo que cabría esperar, que en tiempo de crisis la gente busca una oportunidad de hacerse millonario con la lotería.
«No le puedo cuantificar cuánto hemos vendido de menos», nos decían en la Administración número 5 en Sindicat, «pero el día a día se nota que la afluencia de público es menor y el número de décimos que se llevan también».
Sergio Rodríguez, de la Administración 15 en Barceló i Combis, era el más catastrofista o realista, según como se quiera ver. «Nosotros tenemos informatizada la venta y le puedo asegurar que se está vendiendo entre un 18 y un 20 por ciento menos que el año pasado. Yo me atrevería a decir que la media es de dos décimos por personas y muchos de esos décimos vienen de la Península por aquello de jugar de varias ciudades. Las grandes ventas para Navidad se hacen en agosto y septiembre y eso este año no ha ocurrido».
Malos tiempos
Manuela Soriano, de la Administración 19, nos comentaba que «no queda más remedio que aguantar hasta que esto mejore. La gente está pasando tiempos difíciles y se lo piensa mucho a la hora de gastar en lotería. Esta situación la estamos viviendo a lo largo de todo el año. La lotería es sinónimo de alegría y precisamente la gente no está alegre. Lo único que podemos esperar es que en los días que quedan se anime un poco la venta, aunque esto no salvará la campaña».
En los mismos términos se expresaba María, propietaria de la Administración 27 en Manuel Azaña, que aseguraba que «ya todo el pescado está vendido, puede que a última hora haya algún despistado, pero las ventas no mejorarán en estos tres o cuatro días que quedan hasta que se celebre el sorteo; hemos de aceptar la realidad y ésta no es otra que la gente no tiene dinero para gastar en juegos aunque piensen en la posibilidad de que les pueda tocar El Gordo».
10 comentarios
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No comprendo porque las administraciones de loteria se quejan cuando a mi me da la impresion de que no quieren vender. He llamado por telefono a varias de ellas en Madrid porque quiero comprar 6 decimos y ninguna me los quiere enviar. Al parecer, piensan que no les voy a pagar.
Aquesta davallade de les ventes, voldria dir que només els rics pode ara comprar loteria i enriquir-se encara més?
ya va siendo hora de que dejemos de hablar de crisis, los que la sufren no estan para comentarios pues todo su tiempo es para intentar superarla como puedan, yo era pobre antes de que se hablara de la crisis y lo sigo siendo ahora que no se oye hablar de otra cosa,esperanza la hay, pero quizá lo que no hay es tanto derroche como habia antes, asi es que felices fiestas a todos y haber si cae algo por mallorca y si puede ser que este bien repartido. molts d'anys a tots
La crisis ha mellado la fé !!!Que más vale pájaro en mano que ciento volando
a mi lo de cambiar dinero por papelitos , no me va .
Lo unico que he leido bueno de la crisis, es esto, servira para curar el ludopatismo. Antaño habia quien se jugaba la paga doble.
Alguien dijo, Hacer del juego un negocio no puede compararse con el negocio del juego.
Como decía Albert Einstein y sabía de números "Nunca creeré que Dios juega a los dados con el mundo", sin embargo juego como el año pasado y ahora iré a Correos, donde me vendieron participaciones a tres euros (juegas 2,5) del número de Navidad de la Cruz Roja y compraré hasta completar el décimo, con suplemento.En cambio no he comprado papeletas en bares y otros establecimientos y en donde bebo café, este año, en solidaridad con la crisis, después de más de veinte años, el dueño ha decidido que no se rife la tradicional cesta de Navidad.Nada volverá a ser lo mismo, mientras otros, en su cabezonería, se enzarzan en batallas dialécticas políticas.Volverá a haber, copiando de Alemania, empleos parciales a horas, a 400 euros mensuales.Y casi un millón de funcionarios se irán a la calle. En principio, 900.000.
Juagar a los juegos del estadon equivale a pagar impuestos de manera voluntaria, es bueno tener algo de ilusión, pero la crisis establece una serie de prioridades y esta no es una de ellas.
Mucho me temo que la bajada es peor, porque el año pasado encargué cinco décimos de un número a una conocida administración y solamente quedaban dos, y este año, del mismo número, quedan tres billetes, es decir, treinta. Así que algo está mal, o mienten o no quieren que cunda el pánico.