José María Rodríguez, ayer por la tarde, en su nuevo despacho de la Delegación. Fotos: JOAN TORRES

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A pesar de su fama de madrugador, José María Rodríguez no llegó ayer a su despacho hasta las 6 de la tarde. A esa hora, un coche oficial le dejaba a las puertas de la Delegación del Gobierno, a él y a su escolta. Era la primera vez que entraba en la sede después de su multitudinaria toma de posesión. En la puerta, una vez dentro, dos guardias civiles le esperaban para recibirle. Arriba, en la zona de los despachos, sólo estaban su secretaria y uno de sus más estrechos colaboradores: Francisco Frau.

José María Rodríguez no llegó a su despacho hasta por la tarde ya que por la mañana había viajado a Madrid para asistir a la toma de posesión de Isabel Borrego como secretaria de Estado de Turismo. «Es un tema esencial para Balears y creo que el delegado del Gobierno debía estar allí», aseguró a su regreso de Madrid. Con Rodríguez viajaron hasta Madrid el president del Govern, José Ramón Bauzá, y la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Salom. Después de la toma de posesión, se fueron a comer con Borrego.

Hoy estará a las 8.30

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La tardía llegada del delegado del Gobierno a su despacho no se repetirá hoy. Tiene previsto llegar a las 8.30 de la mañana. «No quiero llegar demasiado pronto no sea que no me encuentre a nadie», bromeaba Rodríguez. Lo cierto es que parte del personal no conocerá a su nuevo jefe hasta la semana que viene ya que muchos se encuentran de vacaciones. No es su caso: ayer ya tuvo ocasión de hablar con el nuevo ministro de Industria, Comercio y Turismo, a quien le une una gran amistad ya que hace años que Rodríguez frecuenta Canarias, de donde es José Manuel Soria.

Dado que apenas había pasado una minutos en su despacho, todo lo que decoraba la habitación estaba allí puesto por su antecesor, Ramon Socias, con un cuadro del Rey presidiendo la sala. «No voy a cambiar cosas, porque lo importante es hacer cosas, no cambiarlas», aseguró Rodríguez, aunque sí señaló que se llevará algunas fotos familiares para decorar su nuevo despacho. Tampoco había tenido tiempo para ver el piso habilitado en el edificio de la Delegación del Gobierno. Ya ha dicho que no tiene ninguna intención de utilizarlo porque su deseo es seguir viviendo en el domicilio familiar.

La intención del nuevo delegado del Gobierno para los próximos días es ir conociendo al personal con el que trabajará codo con codo en los próximos cuatro años. Antes, también deberá pensar en el equipo de colaboradores que le acompañará en esta nueva andadura, aunque por el momento guarda silencio sobre los nombres.