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El Ajuntament de Palma se ahorrará 200.000 euros anuales al prescindir del alquiler de algunos inmuebles, cuyas actividades se reubicarán en edificios de titularidad municipal. No obstante, la teniente de alcalde de Funció Pública i Contratació, Irene San Gil, destaca que Cort no va a dejar de prestar ninguno de sus servicios, sino que se reubicarán en espacios municipales.

Cort dejará de alquiler varios inmuebles; entre los más caros destacan el que acoge la Oficina del Defensor de la Ciudadanía y el local de Joventut ubicado en la plaza del Tubo, ya que por cada uno de ellos se pagan 6.500 euros mensuales. El equipo de gobierno de Mateo Isern ya les ha notificado a los propietarios que dejará de alquilarles estos inmuebles, ya que es necesario realizar un pre-aviso con tres meses de antelación.

Nuevas ubicaciones

En el caso concreto del inmueble ubicado en la Porta des Camp número 2, San Gil adelanta que la Oficina del Defensor de la Ciudadanía se trasladará a la oficina del distrito centro, ubicada en la calle Blanquers, número 1, ya que la oficina del distrito centro se traslada a Avingudes. El resto de empleados municipales que trabajan en el inmueble de la Porta des Camp se repartirán entre las oficinas del Consorci Riba y la planta del Reloj del Cort, cuyas obras están a punto de finalizar.

Por otra parte, los servicios que presta Joventut en el local que tiene alquilado en la plaza del Tubo se trasladarán a uno de los locales en los que hasta ahora estaba el Imfof, ya que todos sus servicios han sido centralizados en el Cuartel de Intendencia.
San Gil explica que estas medidas son fruto de un estudio que ha realizado el Consistorio palmesano con la finalidad de ahorrar gastos.

Como se recordará, el gobierno de Isern ha tomado numerosos medidas para reducir gastos, como la supresión del 50% de altos cargos, limitar el uso de coches oficiales o no pagar las horas extras. Además, se han subido las tasas, impuestos y precios públicos un 3% de media, exceptuando el IBI que se ha incrementado un 6% para las viviendas y el billete de la EMT, que lo ha hecho un 23%