El presidente de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Mallorca, Joan Gual de Torrella, ha asegurado hoy que la desaparición de Spanair hace «más necesaria que nunca la descentralización de la gestión aeroportuaria» de Son Sant Joan.
En un comunicado, Gual de Torella defiende que este cambio de modelo de gestión permitiría al aeropuerto palmesano «flexibilizar» sus condiciones de operatividad comercial, sincronizando de manera adecuada la oferta y la demanda.
Para la Cámara de Mallorca, la quiebra de Spanair tiene tres consecuencias negativas para la isla: en primer lugar, la pérdida de conectividad para los residentes, con la consiguiente reducción de la oferta y el posible encarecimiento de precios de los billetes.
En segundo lugar, el cese de operaciones puede tener un efecto negativo en los paquetes turísticos que ya han sido vendidos y en la decisión de los turistas que están barajando en estos momentos su próximo destino vacacional.
Finalmente, la desaparición de la aerolínea aleja a la isla de la alianza aérea a la que pertenecía Spanair, Star Alliance, que era la que mejor calidad de conexión daba a Baleares con el tráfico internacional.
En ese sentido, Gual de Torrella ha indicado que estas circunstancias «nos llevan a reivindicar una vez más la capacidad propia del aeropuerto de Palma para decidir sus políticas comerciales», por lo que ha instado a Aena a «actuar con flexibilidad, abandonando el modelo de centralización aeroportuaria».
Ello permitiría a Son Sant Joan flexibilizar sus condiciones de operatividad comercial, introducir una mejora en las tasas de forma que sean flexibles en función del horario y la estacionalidad, ha defendido Gual de Torrella, para quien «la rigidez resulta en estos momentos incompatible con todos los esfuerzos que se están realizando para lograr la recuperación económica».
3 comentarios
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Seguro que si Gual estuviera al frente del aeropuerto Spanair no cerraba.
Diuen que Espanya és, amb Romania, el darrer país que practica la centralització aero-portuària. Els casos lligats a l'autoritat portuària ens recorden els perills de la politització i de la corrupció. Jo n'arrib a comprendre perquè els aeroports, de vegades molt prospers, són dispensats de càrregues fiscals com ara l'IBI.