Jaume Bonet. | Jaume Morey

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Jaume Bonet, el jubilado que lleva 19 días en huelga de hambre por los «ataques» al catalán ha perdido unos 20 kilos de peso -parte de ellos en la preparación del ayuno- y ha declarado que aunque siente «el corazón más cansado» seguirá hasta que el médico le diga que está en el punto de no retorno.

Bonet, miembro de la Asociación Jubilats per Mallorca, se puso en huelga el primero de marzo para protestar contra la política lingüística del Govern y ha señalado que el presidente del Ejecutivo, José Ramón Bauzá «quiere abolir el catalán y suplantarlo por el castellano».

El jubilado, que no puede hablar mucho tiempo seguido porque se cansa y se marea, ha asegurado que los ataques contra las lenguas minoritarias obedecen a «políticas orquestadas a nivel mundial» y que podrían ser «maniobras de la Fundación FAES», presidida por el expresidente José María Aznar.

Desde la asociación han especificado que estas semanas se replantearán la estrategia ya que al haber sido aprobado el Proyecto de Ley de Función Pública el pasado viernes las tramitaciones serán muy largas y no tienen la «estructura» para estar en «sucesiones de huelgas de hambre» tanto tiempo.

«ES COMO GANDHI QUE CONSIGUIO LA INDEPENDENCIA»

Varios compañeros lo han comparado con Gandhi, «que empezó con huelgas de hambre y consiguió la independencia del país» y han destacado que «aunque ha perdido muchos kilos, el espíritu lo tiene como siempre».

La Ley contra la que protesta Jubilats per Mallorca establece, en carácter general, que el catalán deja de ser un requisito para acceder a la función pública, para pasar a ser un mérito, de manera que se ha tenido que reformar algunos artículos de la Ley de Normalización Lingüística, la Ley de Régimen Jurídico de la Administración de la Comunidad Autónoma y la Ley de Coordinación de Policías Locales.