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Los sindicatos CCOO, UGT y STEI-i afirmaron ayer que la próxima huelga del 29 de marzo no será «una huelga cualquiera» sino que será «histórica» debido a que la sociedad es consciente de que la reforma laboral del Gobierno central representa un «atentado grave» contra todos los trabajadores.

Así lo manifestaron ayer los secretarios generales de estos sindicatos antes de participar en una asamblea general sobre las repercusiones y efectos de la reforma, en la que participaron alrededor de 250 delegados de las distintas organizaciones sindicales.

La secretaria general de CCOO en Balears, Katiana Vicens, indicó que el objetivo de esta jornada es «desmontar los argumentos falsos» que da el Ejecutivo central sobre la reforma.

Por su parte, el secretario general de UGT, Lorenzo Bravo, destacó la necesidad de utilizar las horas sindicales que quedan hasta la jornada de huelga para informar a los delegados y que éstos transmitan a los trabajadores que «si quieren seguir teniendo convenios y que las empresas tengan respeto a las instituciones, no tienen más remedio que secundar la huelga», apostilló.

El secretario general del STEI-i, Biel Caldentey, se refirió a las palabras del presidente de la CEOE, Juan Rosell, quien aseguró que tras el 29-M se debería regular el derecho de huelga, con lo que pretende que «la protesta social quede anulada y reprimida», dijo.