Directivos de las cofradías de pesca de Balears ayer en la Casa del Mar. | M. À. Cañellas

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Las cofradías de pescadores de Balears quieren luchar contra la práctica furtiva de particulares que «causa notable daño» tanto a su actividad económica reglada como a la preservación de las especies. Para ello están dispuestos a plantearse una «colaboración estrecha» con las asociaciones de barcos recreativos y reclamar de las autoridades un mayor control de esa actividad extractiva.

Las asamblea general de la federación balear de Cofradías de Pescadores, reunida ayer en la Casa del Mar de Palma, decidió también iniciar trámites para implantar en el Archipiélago la actividad de «pescaturismo», consistente en que los barcos profesionales puedan llevar a bordo a personas interesadas en conocer su modo de trabajo y proporcionar así una nueva fuente de ingresos para la flota.

Viabilidad

En ese sentido las cofradías encargarán a una empresa con experiencia en turismo cultural un estudio de viabilidad económica de la actividad y, de ser positiva, la adopción de los pasos administrativos necesarios.

Por último las cofradías de pescadores decidieron «defender en bloque» el paquete normativo que promueve el Govern balear ante la reforma de la Política Pesquera Común de la UE sobre la defensa y reivindicación del «hecho insular» respecto a especies como el jonquillo, cuyas artes tradicionales de extracción no están reconocidas por Bruselas y se penaliza su captura.