Reunión de algunas de las personas afectadas en el local de Palma de la asociación de consumidores FACUA.

TW
34

El funcionamiento de «las preferentes» parecía sencillo. Compra por un valor determinado, cobrar la rentabilidad pactada año tras año y, para recuperar el dinero, sólo había que ponerlas a la venta y en menos de 48 horas estaba de vuelta.

La realidad es otra. Al menos un millar de residentes en Balears se movilizan en las asociaciones de consumidores para intentar que les devuelvan lo invertido, que va de los 20.000 a los 600.000 euros.

En tiempos de crisis, «las preferentes» le han quitado el sueño a muchos de sus suscriptores por varios motivos, el principal de ellos es que si se dan muchas órdenes de venta y casi ninguna de compra, resulta prácticamente imposible recuperar el capital.

Liquidez

Y eso sucedió a finales del año pasado, lo que ha hecho imposible la liquidez para muchas personas en el momento en que afirman necesitarla por enfrentarse a situaciones críticas, como su subsistencia en la vejez o la necesidad de ayuda a sus descendientes que han perdido su empleo y su vivienda.

Lejos de esa versión, una portavoz de la Asociación Española de Banca afirma que «a día de hoy no quedan participaciones preferentes emitidas por los bancos o están en proceso de canje, pues se han ofrecido distintas opciones a los clientes para dotar de liquidez a estos títulos». Los afectados, por su parte, aseguran que lo único que les están planteando es cambiar las participaciones por acciones de las entidades, activos de cuya posible venta futura recelan por si «supone un reconocimiento implícito de que no actuaron con limpieza en su colocación», aunque es cierto que, por lo general, han venido devengando elevados intereses.