El control ha permitido una espectacular recuperación de la vida marina en estos fondos.

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La crisis también tiene consecuencias medioambientales. La reducción de la vigilancia en las reservas marinas está provocando la proliferación de la pesca furtiva, los fondeos irregulares, los vertidos ilegales ... actividades todas ellas que pueden dar al traste con la recuperción de la vida marina en estas zonas.

Así lo entienden algunas de las empresas vinculadas al turismo náutico que operan en la zona de las islas Malgrats y el Toro, en la costa de Calvià.

En concreto, la reserva marina de las Malgrats y el Toro han disfrutado durante ocho años de un protocolo de vigilancia que obligaba a cumplir con los planes de gestión de la zona. Durante este período la vida marina se ha recuperado de un modo espectacular, circunstancia que suponía un importante reclamo para los submarinistas interesados en contemplarla mediante inmersiones con botella, tanto a nivel particular como por medio de las distintas empresas que operan desde distintos puertos próximos.

Vuelven los meros

Los buceadores que realizan sus inmersiones en la reservas de El Toro y Malgrats destacan la recuperación del mero, considerado 'el rey' del mar balear, así como de otras especies como los túnidos, espárridos, barracudas, gallos, corvinas, congrios, morenas, pulpos, ... toda una diversidad marina que sirve de reclamo, también, para miles de turistas que quieren poder contemplar de cerca esta auténtica explosión de vida que ahora está en peligro por la acción de pescadores furtivos que aprovechan la reducción del control.