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La Conselleria d´Educació informó ayer de un inicio de curso «normal y tranquilo», pero si hay algo que este curso 2012-2013 no va a ser es normal y tranquilo. Son demasiadas las preocupaciones y quejas que sobrevuelan sobre los 407 centros educativos públicos y concertados de las Islas, sus 161.000 alumnos y sus casi 14.700 docentes. Una deuda de 10 millones -según el Stei-i-, recortes presupuestarios, de profesores, aumento de ratios o la reducción de ayudas para libros o comedor son los problemas económicos de este año escolar, a los que se suman los organizativos que provocará la elección de lengua de primera enseñanza.

Tras una noche lluviosa y con fuertes vientos en la Isla, la mañana comenzó gris y con los habituales atascos en los zonas de accesos a colegios de Palma, donde en un día así el tráfico se incrementa en cerca de un 30 %. En cada centro los equipos directivos y docentes recibieron a los alumnos, unos nuevos, la mayoría ya conocidos, a los que durante la jornada dieron algunas pautas de cómo va a ser el curso, aunque el trabajo en serio no comenzará hasta el lunes.

En algunos colegios o institutos, en cambio, la vuelta a las aulas fue menos normal. En unos porque muchos padres y madres habían decidido apoyar la campaña 'Así mi hijo no empieza' y no llevaron a los menores al centro. En el IES Sineu, por ejemplo, donde se ideó esta campaña, asistió algo menos de la mitad de los alumnos. También faltaron estudiantes en el IES Sureda i Blanes y en el CEIP Es Pont, en Palma, y hoy sucederá lo mismo en el IES Marratxí. Tampoco empezaron los alumnos de 3 años del CEIP Rafal Vell porque hasta el lunes no tendrán terminados los aseos.

Incidencias

En otro, el centro concertado Escolania de Lluc, la causa de que no empezaran las clases fue el 'cap de fibló' que azotó la zona de madrugada y levantó el tejado. Desde la Conselleria se espera que el lunes los alumnos puedan empezar.

El director general de Planificació, Guillem Estarellas, consideró que el regreso a las aulas había sido «masivo», aunque no aportó cifras de ausencias, y agradecido a los padres «que hayan llevado a sus hijos a clase y hayan permitido que disfrutaran del derecho a la educación».

Caceroladas

Pero los sindicatos recordaron que «por primera vez en la democracia los centros tienen menos profesores que el curso anterior». El secretario general del Stei-i, Biel Caldentey, mostró su preocupación por los cerca de 10 millones de euros que el Govern debe directamente a los centros y en concepto de la reutilización de libros de texto y las becas de comedor o de transporte. «Estamos en una situación de emergencia educativa y si estos días hay relativa normalidad es gracias a la profesionalidad del profesorado», dijo. Los miércoles 19 y 26 están convocadas caceroladas de protesta en los centros y para denunciar la degradación de la calidad del trabajo de los docentes no se descarta una huelga en octubre.

La normalidad fue máxima en los centros concertados, a los que el Govern debe tres mensualidades.