Huguet (frente a los micrófonos) junto a más representantes del CES.

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El último dictamen del Consell Econòmic i Social (CES) será el que cuestiona su liquidación y contra el procedimiento que el Covern ha utilizado para 'agradecerle los servicios prestados'.

El pleno del CES, un organismo consultivo que emite informes preceptivos, pero no vinculantes, sobre los proyectos de ley del Govern, se reunió ayer para analizar la norma que regula su suspensión.

Memoria de2011

Una suspensión de funciones que supone su liquidación definitiva y que el Govern presenta en el marco de los recortes en entes y empresas públicas para «evitar duplicidades» y «ahorrar costes».

El CES, en su dictamen, cuestiona estos argumentos; entiende que su existencia no duplica la de ningún otro organismo (ni siquiera la del Consejo Económico y Social, de ámbito estatal) y entiende que su suspensión supondrá un coste insignificante para las arcas públicas y que su desaparición supondrá una merma de la «calidad democrática», según la expresión utilizada por el vicepresidente segundo del organismo, Ernest Surià y que también comparten su vicepresidente primero, Josep Oliver, y el presidente Llorenç Huguet.

El Consell Econòmic i Social se creó durante el primer Gobierno que presidió Francesc Antich (1999-2003) y aún tiene pendiente presentar su memoria anual correspondiente al año 2011. Será la última.