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El PSIB-PSOE denuncia «el engaño que está intentado hacer a la ciudadanía insular el Partido Popular para quemar basuras de Europa en Mallorca, y que puede suponer cada año la incineración extra de hasta 380.000 toneladas de porquería que no se producen en la Isla, lo que equivale a 13.000 camiones recorriendo el trayecto Alcùdia-Palma con el único objetivo de los beneficios privados y contra el interés general de la población».

El diputado Cosme Bonet y la consellera insular Mercedes Garrido comparecieron ayer en rueda de prensa para recordar «queb ha sido el PP quien ha decidido convertir a Mallorca en el vertedero de Europa», con una decisión «que únicamente puede aportar beneficios a una empresa privada en contra de los intereses del conjunto de ciudadanos y de la economía de la Isla».

Rechazo

A ese respecto Bonet y Garrido señalaron que el rechazo a la inicativa de los ‘populares' para que las incineradoras de Son Reus puedan tratar basuras no procedentes de Mallorca «ha recibido, a título de ejemplo, y seguramente no por casualidad, el rechazo frontal tanto de los ecologistas como de los propietarios de hoteles».

Según los representantes socialistas en instituciones públicas, «lo que tendrían que estar haciendo José Ramón Bauzá y Maria Salom es renegociar el contrato hasta ahora vigente con la empresa concesionaria Tirme en lugar de llenar a Mallorca de basuras».

Según Bonet, la iniciativa del Govern para recibir basuras de países europeos «además de encontrar la oposición frontal de las empresas dedicadas al turismo se enfrenta a los ayuntamientos afectados, Alcúdia y Bunyola, que supone una confrontación interna en el PP, e incluso ha suscitado la oposición de los regidores de Turismo y Medio Ambiente de Cort, que ya han hablado de buscar unas nuevas condiciones en el contrato con la concesionaria».

Capacidad

Por su parte la consellera Garrido afirmó que «el Consell de Mallorca está intentando esconder las auténticas cifras de importación de basuras, porque habla de 100.000 toneladas anuales cuando todas las informaciones de las que se dispone no ponen más límite que la capacidad de los hornos de Tirme, lo que supondría doblar su actual trabajo de las 350.000 toneladas de residuos que se producen en la Isla».

En las consideraciones de Garrido, que lidera en el Consell la representación socialista sobre Medio Ambiente, «la obsesión del PP por mostrar a los ciudadanos que no subirá la tasa de incineración es, al tiempo que ridícula, porque quemando la basura europea no se ahorraría a la factura más de 50 céntimos al mes, una comparación ridícula con los efectos negativos de convertirnos en el basurero del Mediterráneo».