En declaraciones a Efe tras comparecer esta mañana como testigo ante el juez José Castro en el marco de la instrucción de llamado caso Over, Salas ha recalcado que la relación contractual era entre Over y las UTE y «la Conselleria no tenía nada ver».
La Fiscalía sospecha que los trabajos que las distintas conselleries del Govern balear contrataron con Over supuestamente estuvieron amañados o se justificaron con facturas falsas o infladas, y que eran en realidad una manera de pagar con dinero público sus labores para el PP balear.
Salas ha explicado a Efe que Over obtuvo contratos relacionados con la Conselleria de Obras Públicas al comienzo de la legislatura, pero dejó de hacerlo por órdenes de la consellera Cabrer porque «trabajó fatal, era un desastre».
Al final de la legislatura, la empresa empezó a reclamar a la Conselleria «con una presión bestial» todo un «paquete de pequeñas facturas que no habían podido cobrar» y la consellera Cabrer, «para quitárselas de encima», indicó que Over debía dirigir su reclamación a la UTE de la obra del metro de Palma y, si no le pagaba, que interpusieran un pleito civil.
«La Conselleria no tenía nada que ver, no hay facturas ficticias», ha declarado Salas, que ha añadido que «para nada se dio orden de facturar nada», en contra de lo recogido en informaciones publicadas acerca de su declaración ante el juez.
Sobre el hecho de que la consellera remitiera a Over a la UTE que construyó el metro para el cobro de campañas relativas a otras obras, según Salas no era un comportamiento irregular porque las empresas constructoras tenían un presupuesto de publicidad.
«La consellera dio esta orden agotada, para quitárselas de encima, pero no hay ánimo de facturas ficticias porque el trabajo estaba hecho y lo pagaban las UTE», ha dicho Salas.
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