Un local comercial situado en una acera de paso obligado para Urdangarin en su cita con el juez amaneció ayer con carteles contra la corrupción con imágenes del marido de la infanta Cristina y de Jaume Matas.

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El juez instructor del ‘caso Nóos', José Castro, tendrá que pronunciarse por tercera vez si imputa a la infanta Cristina tras una nueva petición en ese sentido de una de las partes personadas en la causa, Manos Limpias, que ejerce la acusación popular.

En dos ocasiones, tanto el juez como la Audiencia de Palma, han rechazado de manera categórica aumentar la lista de imputados con la esposa de Iñaki Urdangarin debido a que los posibles indicios incriminatorios contra la hija del Rey no eran concluyentes.

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La petición que prepara Manos Limpias está fundamentada en los 197 correos electrónicos que aportó al juez Diego Torres poco antes de su declaración del pasado sábado, según señala ese Sindicato en un comunicado.

La infanta Cristina de Borbón formó parte del Instituto Nóos en calidad de vocal, pero el fiscal anticorrupción Pedro Horrach alegó en su día que las decisiones las tomaba un comité de dirección en el que ella no figuraba , y que no consta que la junta rectora -en la que sí estaba como miembro- aprobara las líneas de actuación del organismo. El ministerio público también argumentó que la responsabilidad penal es personal y, por ello, la infanta no debe responder penalmente de los actos supuestamente ilícitos de su marido. Urdangarin, que comparte la propiedad de la sociedad Aizoon, vinculada a Nóos, siempre ha desvinculado a su mujer de las operaciones investigadas.