Dalt Murada, sobre el Parc de la Mar, expresión del barrio de La Calatrava hacia la bahía de Palma. | Teresa Ayuga

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Modificar el Plan General de Ordenación Urbana de Palma (PGOU), aunque sea por un solo edificio, ya no es un hecho insólito desde el Ajuntament. Se hará este año para dar licencia de «uso turístico y otros» a un edificio de la calle Bastió d'en Berard, en La Calatrava y con vistas al mar, que será un hotel urbano. Se trata de una decisión política promovida por la mayoría de gobierno del PP en Cort, según anunció ayer su portavoz, Julio Martínez.

El pasado 9 de abril la gerencia de Urbanismo de Cort propuso a la junta de gobierno municipal la aprobación inicial de la modificación del PGOU para suprimir la exclusión del uso turístico al inmueble situado en el número 3 de Bastió d'en Berad y 4 de la plaza Llorenç Villalonga, y solo ocho días después ha recibido el visto bueno.

Según Julio Martínez se trata de una decisión de la mayoría gobernante con base en que «el Ajuntament amplía así la oferta de hoteles urbanos existentes en la ciudad, lo que permitirá luchar contra la desestacionalización e impulsar el turismo los 365 días del año, lo que concuerda con el principal objetivo de la Fundación Turismo en la que trabaja la municipalidad».

Para el teniente de alcalde de Economía y Hacienda y portavoz del PP, esa modificación concreta del Plan General de Palma «también contribuirá a la rehabilitación del centro histórico de Palma, que es uno de los grandes activos turísticos de la ciudad».

También se refirió Martínez con reiteración a que el nuevo hotel «no será de sol y playa», aunque su ubicación en la plataforma sobre el Parc de la Mar tiene unas vistas directas a la bahía de Palma.

Se da la circunstancia de que el futuro establecimiento hotelero estará en la vecindad inmediata de otro de similares características, en funcionamiento con la pertinente licencia, el Boutique Hotel Calatrava, un cinco estrellas en el número 8 de la plaza Lllorenç Villalonga.

La empresa que solicita la modificación -adjuntando proyecto y memoria de análisis ambiental- es el Grupo Inmobiliario Castellví S. L., la misma que promovió también en La Calatrava el complejo ‘D'alt Murada' -uno de cuyos áticos precisa también de cambio en el PGOU para su legalización-, y una de cuyas viviendas fue adquirida por el president del Govern, José Ramón Bauzá.