Primeras declaraciones de Llorenç Huguet como rector de la UIB. | UIB

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Llorenç Huguet, catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, ganó ayer las elecciones al Rectorado de la Universitat de les Illes Balears con el 52,68 % por ciento de los votos ponderados, y se convierte en el sucesor de Montserrat Casas y el séptimo rector de la historia de la UIB. Antoni Riera, catedrático de Economía Aplicada, sumó el 47,32 % de los sufragios.

La participación fue muy alta en el caso de los profesores doctores, 90,55 %, y del personal de administración y servicios (PAS), el 93,25 %. Fue más baja la del resto del PDI, un 53,69 %, y la de los estudiantes volvió a ser escasa, ya que sólo un 16,64 % ejerció su derecho al voto.

Huguet fue el candidato más votado por los profesores doctores (el 56 %) y el resto del PDI (el 60 %), mientras que Riera logró la mayoría de apoyos del PAS (el 62) y el voto de los alumnos estuvo bastante equilibrado (50 %). La clave, por tanto, estuvo en ese apoyo de los profesores a Huguet, que vieron en él a una persona conocida y con experiencia en el cargo para dirigir a la UIB en un momentos tan delicado.

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Las declaraciones

Pocos minutos después de saberse ganador, Huguet (Ferreries, 1952), que tomará posesión de su cargo ya en junio, declaró sentirse «muy contento» tras una campaña «muy luchada». Sobre el menor apoyo recibido por parte del PAS reconoció que «está claro que hay descontento, que nuestras propuestas no han calado o no han merecido la confianza de este personal». Ante ello, aseguró que «intentaremos aproximar diferencias». El rector ‘in pectore' resaltó que a su contrincante le ofreció, si ganaba, «tener en cuenta sus ideas y postulados», ya que «los equipos, en uno y otro lado, están cerrados».

Hoy, Huguet, que sólo se plantea estar en el cargo 4 años, se levantará «a las 7.00, como siempre» y acudirá como un día más a preparar sus clases –«las cuales voy a tratar de mantener»–, y mantendrá reuniones con su equipo. Cuando tome posesión, lo primero será «ocuparnos de la selectividad de junio y preparar el próximo curso» y recordó que «en seis meses nos hemos comprometido a presentar una nueva definición de servicios». Aunque asumió que las cosas «no se pueden cambiar de arriba a abajo», sí entendió que «la Universitat nos ha elegido para que hagamos un trabajo en positivo y me gustaría que en estos cuatro años se pudiera percibir que la UIB acaba siendo una palanca de progresos para las Islas, un progreso cultural, social y, por qué no, económico a partir de su trabajo tanto educativo como de investigación».

Riera, por su parte, bromeó con él y sobre lo ajustado del resultado le comentó que un poco más y tienen que recurrir a los penaltis.