En la presentación de su Memoria del año pasado, los responsables de la ONG católica explicaron que la entidad había manejado un presupuesto de 3,2 millones de euros destinado en su mayoría a las acciones para la inclusión social de las personas en riesgo y para las que pudieran obtener un trabajo con el que sostener una familia.
En ese contexto, Càritas de Mallorca ha tenido que desenvolverse en los últimos años buscando patrocinios personales y empresariales para desenvolverse, dado que entre 2009 y 2012 las instituciones públicas en su conjunto han pasado de aportar a sus actividades dos de cada tres euros del presupuesto a figurar como cooperadores por un tercio.
Esos recortes de aportación tienen su salvedad en el caso del Consell de Mallorca, que el año pasado cambió su aportación nominativa de 300.000 euros a un contrato de servicios por varias anualidades, en el que se garantiza el cobro mensual.
En el contexto de las ayudas prestadas por Càritas el año pasado destacan las dedicadas al mantenimiento de la vivienda familiar, que creció un 22 % respecto al año anterior, junto a las de adquisición de alimentos frescos y productos de higiene básica. La entidad no computa los alimentos de larga caducidad recogidos y entregados a los necesitados.
Para Vera, que en conferencia de prensa estuvo acompañado por la secretaria general, Margalida Riutort; la administradora, Sebastiana Santmartí; y el responsable de comunicación, Llorenç Riera, «estamos constatando cómo se deterioran los pilares del modelo social vigente hasta ahora, recortando derechos básicos de la población, haciendo crecer el riesgo de exclusión social de los colectivos más pobres e impulsando con ello la pobreza en la calle».
1 comentario
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Que importancia tiene esto? Mientras podamos seguir pagando las vacaciones a los niños saharauis... Es aberrante, los españoles y residentes en España, haciendo colas para comer y nosotros pagando vacaciones, no puede ser mas absurdo.