Catalina Cirer, Maria Salom y Miquel Alenyà, durante la firma del convenio. | Consell de Mallorca

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En Mallorca hay en estos momentos unas 20.000 personas en riesgo de perder su vivienda habitual, según concretó ayer el presidente de Creu Roja, Miquel Alenyà, durante la presentación del convenio suscrito con el Institut Mallorquí d´Afers Socials (IMAS), del Consell de Mallorca, para ayudar a las personas afectadas por los desahucios y que no se pueden beneficiar de los supuestos que recoge el Real Decreto 27/2012 de medidas urgentes para reforzar la protección a los deudores hipotecarios. La presidenta del Consell, Maria Salom, presentó ayer este convenio, junto a Alenyà, la presidenta del IMAS, Catalina Cirer, y el coordinador del área de Inclusión Social del IMAS, Octavio Cortés.

El acuerdo contará con el personal y la infraestructura de Creu Roja y el dinero del Consell, que este año destinará 500.000 euros a través del programa Espai, para conseguir una «Mallorca libre de personas en riesgo de perder su vivienda habitual», dijo Salom. Así, añadió, «se pretende dar respuesta a una de las necesidades más alarmantes que desde el IMAS se ha detectado: la pérdida de la vivienda habitual. Se trata de un problema que genera una verdadera alarma social y deja a los afectados en la frontera de la exclusión social, al condenarles a una situación límite».

El programa va destinado a familias o personas que se ven afectadas por diferentes situaciones que pueden conducir a la pérdida de la vivienda por motivos hipotecarios, de impago de alquiler o de embargos. El objetivo es que puedan continuar viviendo en su domicilio, o bien facilitar soluciones alternativas en caso de que ya hayan perdido la vivienda, siempre con la expectativa de evitar la exclusión social.

Alenyà recordó que muchas de estas personas pertenecían hasta hace poco a la clase media y la crisis las ha abocado al punto de perder su casa.

Cada quince días habrá una reunión de coordinación para evaluar el funcionamiento entre representantes del IMAS, Creu Roja y la Plataforma d’Afectats per la Hipoteca.