La Familia Real ha recibido esta noche a las autoridades baleares en la Almudaina. | M. À. Cañellas

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La cena más esperada del verano tuvo lugar anoche en el Palacio de la Almudaina, donde los Reyes, los Príncipes y la infanta Elena pasaron la velada con las principales autoridades de las Islas. Un año más destacó la ausencia de los duques de Palma.


Don Juan Carlos fue el primero en entrar al despacho del Rey, donde la Familia Real recibió a sus invitados. Los numerosos fotógrafos acreditados para el evento volvieron a llamar la atención de Su Majestad. «Hay más fotógrafos que invitados», espetó. El año pasado, el Rey bromeó con los flashes de las cámaras de fotos. «Os voy a regalar cámaras sin flash» y «la próxima vez con gafas de sol», fueron algunas de las bromas que hizo don Juan Carlos hace un año. La Casa Real tomó buena nota y anoche estaba prohibido hacer fotos con flash.

El tradicional saludo lo inició el president del Govern, José Ramón Bauzá, seguido de su esposa Alejandra Marquina, que sólo acompaña a su marido a la cena de los Reyes. Lo mismo hicieron los cónyuges de la presidenta del Parlament, de los presidentes de los consells insulares y del alcalde de Palma.

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El saludo oficial fue rápido y poco después de las 21.00 horas comenzó la cena. A la derecha del Rey, se sentó la esposa de Bauzá, mientras que a su izquierda estuvo la presidenta del Parlament, Margalida Durán; para esta última se trataba de la primera cena real a la que asistía y lo hizo acompañada de su esposo, Miquel Martorell. En la mesa de don Juan Carlos también estaban el alcalde de Palma, Mateo Isern, el presidente del Consell d'Eivissa, Vicenç Serra; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Balears, Antonio Terrassa; y el comandante general de Balears, Casimiro José Sanjuán Martínez.

Por su parte, la Reina cenó junto al president Bauzá, que se sentó a su derecha; a la izquierda de doña Sofía estuvo el president del Consell de Menorca, Santiago Tadeo, entre otras autoridades.
Los príncipes de Asturias sí se sentaron en la misma mesa, pero no juntos. Así, don Felipe se encontraba entre la delegada del Gobierno en Balears, Teresa Palmer, y la esposa del presidente del Consell de Menorca, Begoña Saborido; mientras que la princesa de Asturias se sentó entre el jefe del Sector Aéreo, Julio Ayuso, y el presidente de Patrimonio Nacional, José Rodríguez-Spiteri.

Por su parte, en la mesa de la infanta Elena cenaron la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Salom, y el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spotorno, entre otros.
En el exterior de La Almudaina todo transcurrió con normalidad y no asistió nadie a la convocatoria para protestar contra los Borbones que habían realizado un grupo de republicanos a través de las redes sociales.
Sí se congregaron frente a La Almudaina numerosas personas para ver llegar a los Reyes y los Príncipes, pero el recibimiento fue bastante frío y no hubo aplausos cuando llegaron los coches en los que se desplazaban los miembros de la Familia Real. El público tan sólo se dedicó a hacer fotografías.