La capital balear presenta un endeudamiento del 83,2 %. | Joan M.M.

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El Ayuntamiento de Palma necesitaría un plazo mínimo de 43 años para amortizar su deuda y el de Llucmajor 23,4, según el informe de las cuentas generales de 2010 de los doce consistorios de las islas con una población superior a 20.000 habitantes, elaborado por la Sindicatura de Cuentas.

Estos dos ayuntamientos son los únicos entre los analizados que superan los 10 años de plazo mínimo para poder amortizar su deuda y entre los que menos plazo necesitarían figuran los de Calvià y Marratxí, recoge el informe, que basa el cálculo en la capacidad de ahorro que muestra la liquidación del presupuesto del ejercicio 2010 de los consistorios.

La media del endeudamiento sobre los ingresos corrientes de los doce ayuntamientos más poblados de las islas representa el 72,3 %, una media que se sitúa 52,7 puntos porcentuales por debajo del límite fijado en el artículo 53 del Texto Refundido de la Ley de Haciendas Locales (TRLHL).

El Ayuntamiento de Llucmajor presenta el indicador de endeudamiento sobre los ingresos corrientes más alto (116,7 %), aunque lo reduce en 17,3 puntos porcentuales respecto al ejercicio anterior.

Palma presenta un endeudamiento del 83,2 %. Calvià también reduce su endeudamiento en 34,2 puntos porcentuales con respecto a sus ingresos totales. Santa Eulalia del Riu incrementa este indicador en 19,7 puntos porcentuales y provoca que el importe de su deuda supere sus ingresos corrientes del ejercicio.

El coste financiero medio del Ayuntamiento de Manacor, con un 6,3 %, es el único que supera el 5 %. Los de Inca y de Santa Eulalia no llegan al 2 %.

Por otra parte, en relación a la liquidación presupuestaria el remanente de tesorería, el informe señala que la media del índice de sostenibilidad presupuestaria de los ayuntamientos estudiados es de 6,8 %.

Los ayuntamientos de Ciutadella de Menorca y Palma son los únicos que presentan un resultado negativo de este indicador, como consecuencia del déficit generado durante el ejercicio 2010.

La media del ahorro neto de los doce ayuntamientos es del 6,2 %. El Ayuntamiento de Palma de Mallorca es el único que no presenta ahorro neto positivo, y demuestra la incapacidad de la entidad para hacer frente a las obligaciones financieras con los ingresos corrientes.

Esto supone el incumplimiento de uno de los requisitos que establece el artículo 53 del TRLHL para incrementar el endeudamiento, además de la necesidad de aprobar un plan de saneamiento.

Los ayuntamientos de Ciutadella, Llucmajor y Sant Josep de sa Talaia incumplen el objetivo de estabilidad presupuestaria, si bien sólo los dos primeros estarían obligados a aprobar un plan económico financiero de reequilibrio, ya que presentan un déficit en el saldo no financiero superior al límite del 5,5 % fijado para el ejercicio 2010.

Entre las recomendaciones que realiza la Sindicatura de Cuentas a raíz del informe, destaca la necesidad de que inviertan el signo del margen presupuestario estructural o lo mejoren reduciendo los gastos estructurales e incrementando los ingresos recurrentes, especialmente en los ayuntamientos de Ciutadella, Ibiza, Inca, Llucmajor, Manacor, Marratxí, Palma y Sant Antoni.

De esta manera se podrán conseguir superávit que cubran el excedente presupuestario acumulado negativo que arrastran, especialmente con respecto a los ayuntamientos de Llucmajor, Marratxí y Palma.